Guti padece un esguince de tobillo: malo para el Madrid. Márquez está lesionado para varias semanas: malo para el Barça. Pepe está expulsado por su pateo a Casquero: malo para el Madrid y bueno para la ética deportiva. Robben sale de lesión y no está para jugar los noventa minutos porque su frágil anatomía podría hacerle recaer: regular para el Madrid. Lionel Messi lleva dos partidos en los que no se ha hallado: malo para el Barça si no despierta en el Bernabéu. Analizados pros y contras, tengo para mí que el más perjudicado es el equipo madrileño.
La incógnita barcelonista está en Messi, pero dado que estará en el campo se puede pensar que ante compromiso tan importante reaccione y conduzca a su equipo por los caminos de éxitos de meses anteriores.
La ausencia de Guti puede ser la constatación definitiva, al menos para quienes aún sostienen dudas sobre el jugador, de que el equipo sin él, carece de capacidad creativa suficiente para llegar al gol en los momentos decisivos.
Guti es jugador de gran calidad y víctima de su propia imagen, de la que se ha creado. Sin embargo, siempre he creído en él y hasta he afirmado que, por muy pijo que sea, o al menos parece, ello no le priva de poseer condiciones futbolísticas únicas en su equipo.
El Barça defenderá la defensa con Puyol y Piqué, y aunque no tendrá la mejor salida de balón por la ausencia de Márquez, se defenderá dignamente. Al Madrid le hará daño no tener a Pepe. Tendrá mejor juego con Metltzelder a cambio de menor contundencia.
En el Bernabéu se van a enfrentar dos equipos con grandes méritos. El Barça, por el juego desarrollado durante toda la temporada, merece ser campeón. El Madrid, por su gran recuperación, por la exitosa racha que ha mantenido desde la derrota en el Camp Nou, no sería campeón sin virtudes.
Julián García Candau