En el polémico libro de la Urbano, basado en supuestas conversaciones con la Reina, que tanto daño le hicieron ya que se sintió engañada, utilizada, manipulada, Doña Sofía dejó bien sentado que Don Juan Carlos no abdicará nunca. Que será Rey hasta la muerte. Que será Rey hasta que se pronuncie la terrible frase ritual de «el Rey ha muerto, viva el Rey».
Abdicar no suele ser una práctica frecuente en la monarquía. En los últimos tiempos, a todo lo largo del pasado, pero todavía próximo al siglo XX, sólo cinco soberanos renunciaron a seguir reinando para traspasar el trono, la corona, los derechos históricos y dinásticos a sus príncipes o princesas herederos.
El 12 de noviembre de 1964 lo hacía la gran duquesa Carlota de Luxemburgo en su hijo el gran duque Juan, quien el 7 de octubre del 2000 abdicaba en el gran duque Enrique, el actual soberano.
Leopoldo II de los belgas lo hace en 1951 por las revueltas, en su contra, a consecuencia del comportamiento del soberano durante la invasión de las tropas hitlerianas. Le acusaban de haber sido demasiado condescendiente con las fuerzas de ocupación. Y lo hacía en su hijo Balduino.
El 6 de septiembre de 1948, la Reina Guillermina de los Países Bajos abdica en su hija Juliana, quien, siguiendo la tradición de la casa Orange, traspasa, al cumplir 70 años, el 30 de abril 1980, la corona a su heredera Beatriz, la protagonista de nuestra columna de hoy por los rumores de una inminente abdicación en su hijo Guillermo.
Esta pasada semana Holanda ha sido un hervidero de noticias, contranoticias y comunicados por el rumor creciente sobre la abdicación de la soberana.
El prestigioso periódico The Telegraaf, el mejor informado sobre la familia real, no sólo se hacía eco de este rumor, sino que incluso iba mucho más lejos, tanto como atreverse a fijar la fecha: el pasado día 4.
Pero el lunes pasó y llegó el martes. No se produjo la anunciada abdicación. La casa real emitió un comunicado desmintiendo la noticia.
Sin embargo varias eran las circunstancias que hacían suponer al periódico y a los holandeses que Beatriz pudiera abdicar:
Primero: su 71 cumpleaños, los mismos que su madre, la Reina Juliana, cuando abdicó.
Segundo: el 42 cumpleaños del príncipe heredero Guillermo, los mismos que su madre cuando recibió la corona.
Tercero: estos días el fotógrafo de la corte recibió la orden a petición de la soberana de realizar una foto oficial de Guillermo, Máxima y sus tres hijas: Amelia, la heredera, de cinco años de edad; Alexia, de cuatro, y Ariane, de dos.
Como puede observarse, después del «milagro» de un varón, en cien años volverán de nuevo las mujeres al trono. Guillermo será la excepción, pero hay que reconocer que con las mujeres en el trono a los Países Bajos les ha ido muy bien.
Jaime Peñafiel