Acudimos al Foro de la Nueva Comunicación dispuestos a hacerle un marcaje en toda regla a Florentino Pérez para ver si movía una ceja delatora que nos dejara entrever la confirmación de algo tan cantado como es el anuncio de su candidatura a la presidencia del Real Madrid -lo hará el próximo día 14- y nos encontramos con la noticia del retorno al periodismo de José María García.
Lo hará para escribir y hablar en Marca, el periódico líder de la información deportiva de nuestro país, y en la jóvenes ‘joyas de la corona’ del grupo, Marca.com, Radio Marca y Veo Televisión. Tres tribunas para un regreso deseado por quienes hace tiempo le seguimos con la escoba de la honradez y la honestidad para barrer a los ‘pesebreros’ y trincones -los ‘torigorrones’ de hoy- que pululaban por aquel entonces a sus anchas en el periodismo deportivo.
El periodismo en general y el deportivo en especial saben que sus críticas serán duras, ácidas y sin cinturón de castidad coartando la libertad de las teclas de su ordenador, pero también sabe que son necesarias. José María -José Mari para mí durante tantos años de profesión, juntos y enfrente- es un hombre de talento inclinado a la crítica, porque ve más cosas que los otros hombres y también las ve mejor.
Confieso lealmente que, durante los últimos años, no volví a hablar con él. Sin embargo, siempre le tuve como un amigo dispuesto a no olvidarse de sus amigos y presente en mi manera de entender la profesión periodística como si nunca hubiera colgado las botas ni cortado la coleta.
Su larguísimo año sabático -porque quiso y porque una penosa enfermedad le obligó a ello- fue un alivio para los ‘amigos del buen comer y mejor beber’, que, seguramente, ya estarán buscando cualquier escondrijo por ahí donde escapar del odiado Butanito.
No sé quién dijo algo así como «por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes», pero no le falta razón. José María García vuelve, aleluya.
Antonio Cubero