No sabemos a qué espera Rajoy para prometer una amnistía nacional a las multas de tráfico, devolver a los conductores sus puntos del carnet y empezar de nuevo con otra política de sanciones de tráfico, una vez que se rectifique a fondo la normativa vigente, que es injusta y represora por culpa de este Gobierno hipócrita que pide que los españoles compren coches para correrlos a multazos, después de prohibirles circular a más de 100 por hora en carreteras, a 120 en las autovías, y a 40, 50 o 60 en tramos urbanos, lo que constituye una suprema idiotez imposible de cumplir, y una suprema falsedad. Porque si los conductores del país cumplieran a rajatabla todas las normas impuestas, el atasco en las carreteras y ciudades sería monumental, y apocalíptico en horas punta y jornadas de vacaciones.
Y ya está mal que se prohíba fumar, beber, y hasta cantar, para que ahora este Gobierno represor, en vez de copiar el modelo alemán sobre límites de velocidad, que es el bueno, se dedique a bloquear el tráfico con la intención de recaudar más impuestos, porque el déficit público supera ya el 10 por ciento y las arcas del Gobierno están tiesas por culpa del despilfarro público y en especial de las Autonomías. ¿Cuántos millones de españoles aplaudirían la justa y deseada amnistía de multas y puntos del carnet de conducir? Puede que los suficientes para provocar la derrota electoral del PSOE.
Los límites de velocidad deberían ser de 60 en ciudad, de 120 en carretera, 140 en autovías y 150 en autopistas de pago. Todo lo demás es un disparate ajeno a la realidad. Y si no se está de acuerdo con ello el Gobierno debería de prohibir en España la venta de vehículos que superen los 120 kilómetros por hora.
Pero a este Gobierno sólo le mueve en ansia recaudador con la gasolina, el tabaco, el alcohol y todo lo que suponga esparcimiento y ocio. Vamos, que piensan cerrar hasta los chiringuitos de la playa o subir los impuestos a las tapas, todo con tal de reprimir y dar morcilla al personal. Y el bicho de las multas es Rubalcaba, en compañía de su «novieta» política, la Salgado, que es la del no al tabaco y a todo lo que se tercie.
Ahora bien, si lo de las multas y los topes de velocidad es un atropello por parte del Gobierno, el silencio cómplice del PP es intolerable y todavía peor la tonterías de las enmiendas presentadas. Venga, Rajoy, ponte las pilas de una puñetera vez y anuncia la amnistía de multas y puntos del carnet a todos los españoles afectados, que son legión, y ya verás la cara de velocidad que se le pone a Zapatero. O ¿acaso no es verdad que los límites de velocidad de España son un timo ajenos a la realidad y a la seguridad vial? Si quieren el PSOE y el PP, hacemos un apuesta en un día cualquiera y sin avisar si la inmensa mayoría de los conductores en carretera pasan el límite establecido de velocidad se concede la amnistía y se cambian los límites de velocidad. Pero, mientras tanto, Mariano acelera y ponte a trabajar. ¡Amnistía ya!
Marcello