La Bolsa ha empezado a flojear esta semana posiblemente aquejada por un cierto mal de altura, ya que en lo que llevamos de septiembre el Ibex 35 ha logrado máximos anuales en ocho jornadas, siete de ellas en los diez últimos días. Era, por lo tanto, momento para una cierta pausa que de momento no se ha traducido en ese ajuste del 10% al 15% que vaticinan y hasta casi desean algunos analistas. Había razones para un parón en la subida no sólo por su reciente virulencia sino por la expectativa que habían suscitado las reuniones del G-20 y las medidas que puedan anunciar para reforzar la economía mundial y encarrilarla por la vía del crecimiento. En todo caso, la subida bursátil, que ha sido bastante continuada en las últimas semanas, quizás se está realizando con un volumen de negocio de corte más bien moderado. Estamos lejos de las cifras de contratación de los momentos habituales de los dos últimos años, lo que puede ser revelador de la moderación con la que actúan los inversores y los profesionales de la gestión.
Esta falta de riego monetario sobre las Bolsas se produce, no obstante, en unos momentos en los que las reglas de juego de tipo fiscal están por explicar al público. De su contenido cabe esperar tomas de decisiones por parte de instituciones y particulares, en algunos casos a favor de la inversión en fondos de inversión ya que podrían ser la figura con mejor blindaje frente al aumento de los impuestos entre los diversos productos de inversión disponibles en el mercado. El hecho de que los impuestos a pagar por ganancias se difieran en los fondos de inversión hasta el momento de su materialización otorga a estos productos un aval de cierta fortaleza, que muchos inversores estarán valorando. Asimismo, la enorme masa de dinero que está empezando a salir de los depósitos bancarios a causa de las bajas rentabilidades constituye un avance de los flujos de dinero que podrían moverse en el mundo de la inversión colectiva en los próximos meses. Los fondos de inversión garantizados pueden ser uno de los beneficiarios de la nueva situación debido a su mezcla de seguridad y rentabilidad.
Primo González