El Gobierno se plantea abaratar la indemnización por despido a 20 días por año trabajado para los empleados que prestan sus servicios en “empresas en crisis”.
Hasta aquí la noticia.
Y yo me pregunto: ¿Qué se considera una empresa en crisis? E incluso voy más allá: ¿Qué es una crisis?
En principio parece que un concepto abstracto va a servir para medir situaciones que desembocarán en algo tan material como es una indemnización.
En mi opinión urge realizar una definición clara y concreta de dicho concepto abstracto e incluso crear una unidad de medida del mismo. Ya sea el “crisímetro” el “crisbyte” o el “crisokilo” y que en función de estos baremos se puedan tomar decisiones tan importantes.
Si eso no se realiza, las posibilidades para definir la crisis de una empresa son excesivamente amplias ya que ésta puede estar provocada por muchas y diversas causas.
Por ejemplo: este año, después de su paso por Alcorcón y Lyon, estaremos de acuerdo que el Real Madrid está en crisis. Sin embargo ha indemnizado a su entrenador con una eurofortuna por año trabajado. Se han precipitado. Con la futura legislación, con un sueldecillo de 20 días lo hubieran arreglado.
Otras crisis que deberían estudiarse con detenimiento por las repercusiones que puedan tener son las derivadas de las crisis de madurez que afecten a los consejeros/as de las empresas, con sus correspondientes disfunciones físicas o psíquicas que no deseamos detallar.
También hay que considerar que los directivos/as y trabajadores de determinadas empresas padezcan, angustiosa y constantemente, las tan en moda crisis de ansiedad. Y como éstas, las posibles crisis de identidad, matrimoniales y muchísimas más, incluso la crisis de rentabilidad.
Como vivimos en crisis, todos estamos en crisis. Las personas y las empresas. Así que si este decreto sale, lo mejor es avisar a los empresarios y sindicatos para que dejen de marear la perdiz en sus negociaciones sobre el abaratamiento del despido, ya que los que están en crisis son también ellos y lo más consecuente es que hagan un discreto mutis en sus conversaciones.
Se trata fundamentalmente de ser prácticos y no duplicar gastos.
Paco Fochs