Lo que era una crisis de Gobierno anunciada ha quedado en un gran estruendo de cañerías. La agenda de Moncloa contaba con la remodelación, pero el lunes amaneció revuelto y el Presidente, al que leemos a veces en aquello que calla, dejó, en silencio, transcurrir la mañana. Y fue precisamente en esas horas cuando la tensión de los que se veían en paro o desplazados hizo más ruido.
A cada llamada de teléfono del periodista correspondía una quiniela del político, y a cada combinación de cargos, un grupo adscrito. El Gobierno, Ferraz y críticos madrileños alineados a José Blanco, manejaban nombres y calendario según las fechas clave que podían afectarles antes de agosto: El próximo Consejo de Ministros, para los que se quedaban sin cartera; debate del estado de la nación, antes del cual veríamos el giro más profundo de Zapatero; y el comité federal del 17 de julio, donde llegaría la supuesta victoria de los críticos pendientes de la caída de Tomás Gómez, junto a algunos destinados a ocupar el número uno de las listas en las ciudades clave.
En solo una jornada los sables armaron tal jaleo que Zapatero dijo no haber dicho nada. Su argumento ha sido querer blindar las reformas de la crisis; laboral, de pensiones y financiera. Los suyos, conscientes del telón de sus escenarios levantados, reconocen que les ha tranquilizado, no perderán su puesto, por ahora. El resto, asegura que con tanta quiniela al viento (o clavada en la espada) hubiera sido un caos, una toma de partido entre posiciones algo enfrentadas, escorarse hacia unos o hacia otros.
Cualquier combinación ya no es noticia, pero nos ha despejado filias, fobias, poderes, posiciones y, por qué no decirlo, se perciben, en plural, traiciones soterradas. Con el enganche que a todos nos producen las apuestas, el resumen de 24 horas de nervios se acerca a este:
Críticos del PSM y diputados cercanos a José Blanco. En su quiniela Javier Solana volvería a España. “Tocados en Europa por la crisis, mister Pecs, ex alto representante del Consejo de Política Exterior y Seguridad, es un valor en alza”, dice un diputado. Otro nombre. Ramón Jaúregui. Ex portavoz socialista en el Congreso sustituido por Eduardo Madina, 28 años más joven. Hablan de su carácter conciliador y de talante. “Entraría para recuperar el diálogo con los sindicatos, es de los mejores negociadores del partido. En su día, exigió seguir en el cargo y como castigo lo mandaron a Europa”, concluye otro. Un castigo pagado, por cierto, con 5.000 euros mensuales.
Los cambios más polémicos apuntan alto. “Leire Pajín saldría de Ferraz. Podría sustituir a Bibiana Aído en Igualdad. Cada lunes, pierde votos. El sustituto sería Gaspar Zarrías, con quien ya aparece en actos mano a mano”, afirma un parlamentario. Pregunto a otro, ¿Y Tomás Gómez? “También fuera. Rubalcaba se lo dijo a Ruth Porta en la celebración en el Congreso del grupo socialista. No te preocupes Ruth, está cerrado”. ¿José Bono? “Al Vaticano, sustituyendo a Paco Vázquez”. ¿Y De la Vega? “Al listado autonómico, hay que ganar Valencia”.
En Ferraz, cercanos a Leire Pajín. Mantienen dos quinielas. Una a corto plazo en julio. Perciben la competencia entre José Blanco y Rubalcaba por una vicepresidencia y coinciden en la salida de María Teresa Fernández de la Vega. Señalan un recorte de carteras, Cultura, por ejemplo, a Educación y Vivienda a Fomento. Zapatero estaría haciendo una remodelación amplia con una única sustitución. Y otra segunda crisis, es decir, el gran cambio, planeado para después de octubre, fecha tope. A Moratinos podrían ofrecerle Córdoba y a Bibiana Aído Cádiz. Este grupo, quizá más acertado en los tiempos y pronósticos, mantiene que ni siquiera el Presidente debe saber con qué precisión moverá ficha.
La elección será de Zapatero y le tendrá que llevar al 2012. En la carrera perderá ideología y frenada en cada curva de la crisis. El nuevo equipo tendrá que ser capaz de repostar, cambiar frenos, cuidar motor, anticiparse al trazado del circuito, en definitiva, llegar al 2012. No queda mucho, en la próxima aprobación de Presupuestos les veremos.
Pilar Velasco