Cuando los políticos se turnan para dar la cara en verano, mientras sus jefes descansan, siempre sueltan alguna declaración subida de tono. El año pasado, en el PP, fue Mª Dolores de Cospedal la que ocupó páginas y pantallas con su acusación de que el Gobierno les espiaba y había dedicado a medio ministerio del Interior a realizar escuchas ilegales, amén de implicar al Fiscal General del Estado. Es una acusación que el PP practica de vez en cuando. La de que “probablemente” hay una conspiración.
Este verano está siendo más de Esteban González Pons. Mientras Cristóbal Montoro aparece de vez en cuando por aquello de la crisis económica, el valenciano embiste por el bloqueo de Marruecos, pide la dimisión de Trinidad Jiménez como ministra de sanidad y hasta se mete en el charco de acusar al Gobierno de instrumentalizar al rey. Un asunto espinoso en el que el PP se hizo un lío ya que Montoro optó por templar gaitas y apoyar las gestiones que pueda hacer el monarca para apaciguar a su sobrino de Marruecos.
Es lógico que el PP vea un filón en las próximas primarias del PSM y que quiera venderlas como un pulso a José Luis Rodríguez Zapatero. El vicesecretario de comunicación del PP da por hecho que el líder del PSOE estará muerto políticamente si gana Tomás Gómez. Según su lógica, “a lo mejor no tendrá legitimidad para seguir siendo secretario general del PSOE y el presidente del Gobierno”. Y tampoco Jiménez podrá seguir siendo ministra. “A lo mejor”. Como repetía el guiñol de Eduardo Zaplana antes de lanzar sus sonadas acusaciones.
González Pons aduce que Jiménez no puede estar en las dos fiestas a la vez aunque ella ha dejado claro que de momento aún no es candidata, por lo que puede seguir haciéndose cargo de su ministerio. Gane quien gane en el socialismo madrileño, el PP no debe olvidar que los partidos siempre aprietan sus filas cuando se les ataca desde fuera. Hasta ahora, el PSOE es la formación que ha practicado más el sano ejercicio de las primarias y la mayoría de los socialistas madrileños tienen muy claro que no van a poner en peligro el Gobierno.
Luz Sanchis