El almuerzo en el Club Nacional de Prensa el miércoles provocó algunas indigestiones graves. No fue la comida; fue el espectáculo. Christina Romer, la secretario del Consejo de Asesores Económicos del Presidente Obama, daba lectura a lo que se considera su discurso «de graduación» antes de volver a enseñar en Berkeley, y utilizó su canto de cisne para dejar claros cuatro puntos, cada uno más desconcertante que el anterior:
Ella no tenía ni idea de lo catastrófico que sería el colapso económico. Sigue sin entender exactamente el motivo de que fuera tan catastrófico. La respuesta al colapso fue inadecuada. Y no tiene mucha idea de cómo arreglar las cosas. Lo que sí tenía era una carpeta llena de descripciones y advertencias siniestras, ofrecidas con una sonrisa profidén y un tono de sonsonete: «Tremenda recesión… Tendencia bajista… Sufriendo enormemente… El riesgo de hacer permanente el elevado paro… Pesadilla económica».
¿Alguien va a querer postre? Romer abandona la secretaría del Consejo después de lo que ciertamente ha sido el mandato más agitado que ha tenido nadie que haya ocupado ese puesto: destrucción de casi 4 millones de puestos de trabajo en cuestión de año y medio. No es culpa de Romer; el colapso económico se produjo antes de que ella, y Obama, fueran investidos. Pero ella era la principal economista del presidente durante el tiempo en que la administración subestimó de manera constante lo acusado de los problemas de la economía — errores de cálculo que han hecho que los estadounidenses pierdan la fe en el presidente y los Demócratas.
Romer había predicho que el paquete de estímulo de Obama mantendría el paro en torno al 8% o menos; hoy se sitúa en el 9,5%. Uno de sus superiores, el Vicepresidente Biden, dijo a los Demócratas en enero que «vais a ver, llegada la primavera, una mejora neta del empleo cada mes». La economía perdió 350.000 puestos de trabajo entre junio y julio.
Es el motivo de que casi dos terceras partes de los estadounidenses crean que el país se sitúa en el rumbo equivocado — y de que los esfuerzos de Obama por destacar el final de los combates en Irak y la reanudación de las conversaciones de paz en Or
Dana Milbank