Me habría gustado ser el camarero del Hotel Palace para servir a tres políticos de tronío reunidos como amigos. ¿De que habrán hablado Eduardo Zaplana, Vicente Martínez Pujalte e Ignacio González? ¿Del límite de velocidad? Yo creo que no. Con las elecciones a la vuelta de la esquina puede que estén buscando una salida o se estén reorganizando. ¿Pero…, para qué si los tres están deshauciados en lo político y bien colocados en lo laboral?
Puro exhibicionismo e intriga de salón, nunca mejor dicho, que si tenía un destinatario no se ha dado por aludido. Rajoy estaba tan tranquilo que ni siquiera le han pitado los oídos. Natural, el Trío Calaveras ya no tiene fuelle.
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Entre el fuego fatuo y la militarización
Los sindicatos CCOO y UGT de AENA han decidido hacer una huelga farragosa de 22 días entre abril, julio y agosto y que afectará, especialmente, a las vacaciones de Semana Santa. Ellos son así de duros. Al parecer no les gusta que se privatice una parte de la gestión de los aeropuertos españoles. Una parte sólo. Creo que el 49%. Y que, además, se haga para amortizar una parte de la deuda que estamos pagando entre todos.
Pero no hay nada que temer. Sólo es fuego fatuo. No tienen lo que hay que tener para hacerla. Sus líderes les llamarán al orden y, con unas perrillas más, la abortarán. No está el horno para bollos ni para sindicalistas pecholobos. Aunque la pregunta es: ¿si los sindicatos tuviesen lo que hay que tener y llevasen a cabo la huelga, Zapatero tendría lo que hay que tener, a su vez, para militarizarlos?
Nada, fuego fatuo.
Pinocchio