¿Necesita el Gobierno un responsable para la sociedad de la información? Todo parece indicar que sí. Internet, la tecnología y los contenidos y servicios digitales son ya básicos en la vida económica y social de los ciudadanos. Las competencias están difuminadas en áreas que necesitan impulso político y legislativo. El Gobierno ha perdido liderazgo tecnológico con una ciberciudadanía preocupada por la ley Sinde, las amenazas a la neutralidad de la red o el desarrollo de la economía digital, tantas veces reducida a puro consumismo. Pero también por la ausencia de un gobierno abierto más allá de la eAdministración, más impulso a la innovación o la promoción de los nuevos derechos y la ciudadanía digital.
De la oposición no hay noticias. La sociedad de la información y las nuevas tecnologías no impregnan la política cuando preocupan a los ciudadanos y son gran parte de la vida cotidiana.
La Comisión Europea tiene desde el año pasado una vicepresidenta dedicada a la Agenda Digital, el plan europeo para el desarrollo de la sociedad de la información. En 2009, Barack Obama lanzó su plan de gobierno abierto y tecnológico con dos responsables: uno para impulsar políticas tecnológicas y otro para liderar la transformación tecnológica del propio gobierno.
El Ministerio de Industria y la Secretaría de Estado para la Sociedad de la Información son los responsables. Pero no tienen liderazgo político. La discusión de la ley Sinde, el retraso en el prometido plan de contenidos digitales, el apoyo del ministro Miguel Sebastián a los recortes a la neutralidad de la red propuestos por las telefónicas y la falta de desarrollo del gobierno abierto se une a la preocupación por el precio de la banda ancha, la inversión en las redes de nueva generación o el cambio en el mercado de contenidos digitales y la revisión de la propiedad intelectual.
La sociedad de la información ha ido perdiendo peso político en el Gobierno. En menos de un año, Industria ha prescindido de David Cierco, director general para el Desarrollo de la Sociedad de la Información desde 2006, e impulsor del Plan Avanza; de Francisco Ros, secretario de Estado de la Sociedad de la Información, y recientemente de Sebastián Muriel, director general de Red.es tras una larga historia de desencuentros, diferencias políticas y personalismo. Industria apuesta ahora por un perfil político bajo con Bernardo Lorenzo, secretario de Estado, y Juan Junquera, director general de Telecomunicaciones.
Más allá de nombres y personas, la falta de coordinación y liderazgo en temas donde tecnología e internet, política, innovación, contenidos, televisión, redes, consumo digital y nuevas plataformas y servicios preocupa cada día más a un sector de futuro, reducido en la Ley de Economía Sostenible a la polémica de la ley Sinde.
Las tecnologías de la información y la comunicación rondan ya el diez por ciento del PIB y emplean a casi medio millón de personas con una facturación de más cien mil millones de euros. Los contenidos digitales son casi la mitad del mercado de contenidos, dos tercios de los ciudadanos son internautas y la mitad hacen trámites con la administración en internet.
Cuando la sociedad es digital, el Gobierno y la política necesitan un nuevo impulso. Mentalidad, pero también un liderazgo político al menos tan importante como el de los grandes temas de Estado tradicionales.
Juan Varela