Querido Miguel Ángel, imagínate que esto es un twit de esos que tanto te gustan. Así que procuraré ser breve. Para empezar te diré que me pareces un tipo impresentable. Ya sé que te da igual lo que te diga. Que pasas. Que andas de vuelta de todo y que ya sólo vives para provocar. Para llamar la atención. Para decir que estás vivo. Pero estás muerto, MAR. Estás muerto. Te moriste el día en que Aznar te nombró Portavoz del Gobierno y tú no estabas a la altura. Ahora, para sobrevivir y seguir creyéndote alguien, te has convertido en un friki que va de barbaridad en barbaridad porque te las pagan, como en Alemania pagan los pepinos, por pieza. A más grande sea la barbaridad que digas, más cobra. Todo te da igual. Pero ahora te has pasado siete pueblos.
Como debes andar escasito, te has lanzado cuesta abajo y has llamado putón a una chica mejicana porque sí. Por su aspecto. Porque necesitabas epatar. Y lo has conseguido. Lo curioso del caso es que esa joven se parece mucho a ti. Es más, es igualita que tú. Lo único que os diferencia es el aspecto físico. Si ella quiere destacar mostrando sus atributos, tú lo quieres hacer mostrando tus exabruptos. Pero sois iguales. Los dos buscáis llamar la atención como sea. Aunque lo de ella sea más digno.
Insultar a una mujer por su aspecto te define, Miguel Ángel. Eres primitivo, ancestral, simple, machista… Tienes todo lo que define a un retrógrado.
Pero hay más, parece mentira que, siendo tan entusiasta y experto de la información global, no hayas leído nada sobre esa revolución mundial de las mujeres que ha nacido bajo el lema “No significa No”. Una revolución que ha provocado gente como tú.
Por si no lo sabes, te diré que las declaraciones de un policía canadiense asegurando que las mujeres debían cuidar su vestimenta para no ser
víctimas de abuso sexual ha desatado la ira de miles de mujeres en todo el mundo.
Pero eso también te dará igual. Ya no sientes ni padeces. Sólo vomitas.
Y eso, a mí, me da mucha pena.
Pinocchio