ETA se ha felicitado en su último comunicado de la legalización de Bildu y del resultado de las elecciones del 22 de mayo en el País Vasco. Si a los magistrados del Tribunal Constitucional les quedaba alguna duda de lo que es Bildu sólo tienen que leerse el comunicado de ETA.
Hay quienes dan una lectura optimista al comunicado de la banda terrorista, creyendo que están respaldando la vía política que representa Bildu. Incluso los hay más optimistas y auguran que antes de que concluya la legislatura ETA se dará a sí misma por amortizada habida cuenta del éxito de la vía emprendida por Bildu.
A estas alturas, yo no me atrevo a desbrozar qué futuro se está pensando la banda terrorista. Ya hemos visto de todo y la sensación de cansancio y decepción en la sociedad española es patente. Como lo es la indignación de que los amigos de ETA, que estaban fuera de juego, se hayan convertido de nuevo en una fuerza dominante y temible en el País Vasco, en virtud de la vieja creencia de que si se le pasa la mano por el lomo al tigre este lo agradecerá en vez de arrancarte la mano, que dicho sea de paso es lo que ha sucedido hasta ahora.
Lo que es evidente es que nada de lo que está pasando es casual y lo que está por ver es el final. Hay quien puede tener la tentación de creer que un sucedáneo de apaciguamiento de ETA puede rendir réditos políticos, pero a estas alturas me parece a mí que los ciudadanos tienen descontada a ETA haga lo que haga y diga lo que diga, tanto es el hartazgo y el asco que ha ido acumulando la sociedad española en estos años.
Ya digo que hay quienes quieren ver en el comunicado de ETA un vaso medio lleno, mientras otros lo ven medio vacío. Yo lo que percibo en el comunicado es la risa de ETA. La sensación de triunfo, de poderío, el dejar claro que tienen en sus manos un proceso que conducirá quién sabe dónde, que marcan el calendario.
Es un comunicado que rezuma prepotencia, soberbia, el saberse con la sartén por el mango. Es un comunicado que ofende a quienes llevan décadas sufriendo en primera línea la coacción de ETA y sus amigos. Es un comunicado en el que se trasluce la risa de ETA.
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Julia Navarro