Los sindicatos españoles no viven en la realidad. Lo suyo es una realidad virtual. Como en Matrix. No sé quiénes están haciendo el papel de Morfeo y el de Neo, porque ni Toxo ni Méndez dan físicamente el papel, pero sin duda viven en otro mundo.
Llevan callados, excepto en una huelga general que también fue virtual, cuatro años. Llevan asintiendo a todo lo que diga el Presidente Zapatero casi desde la eternidad. Llevan negociando con la patronal la tira de meses o de años algún tipo de solución para colaborar con el Gobierno a salir de la crisis, pero nunca se ponen de acuerdo. Y ahora, cuando en España se ha enquistado un paro que agobia a cinco millones de parados, una tragedia para cinco millones de familias, ellos se tiran a la calle contra la reforma de la Constitución en una manifestación que huele a puro electoralismo. Como si fuesen “indignados”.
Una reforma de la Constitución que, dicho sea de paso, se está haciendo dentro de la más absoluta legalidad. Y no sólo se está haciendo dentro de la legalidad sino que era absolutamente necesaria ya que, en palabras del propio Toxo, el Presidente Zapatero le había dicho el 17 de agosto que España estaba a punto de ser rescatada. Congruencia se llama a estas manifestaciones.
Por cierto, siempre me he preguntado por qué CCOO y UGT no se han unificado en un solo sindicato. Hace tiempo que no consigo saber en qué se diferencian. Ni siquiera ideológicamente. Claro que, lo mismo, no les conviene…
Pinocchio