La separación de Marina Danko y Palomo Linares tiene todas las papeletas para convertirse en un culebrón del colorín. La discreción ha sido siempre una constante en la relación de esta pareja, pero no es de extrañar que en treinta y cuatro años de matrimonio y ocho de noviazgo, tanto él como ella hayan experimentado cambios. Ahora salen a la luz crisis que sufrieron en tantos lustros de vida marital, crisis que consiguieron superar o mejor dicho pasar de largo para no tomar la decisión de seguir cada uno por su lado.
Poco antes de hacerse pública la separación, Marina abandonaba la finca de El Palomar donde ha vivido durante más de tres décadas con el torero, la colombiana se instalaba en el piso que tiene en el barrio de Salamanca, en Madrid. Marina dio su correspondiente exclusiva en «Hola» hablando de los motivos de su separación, argumentando que Palomo no era el mismo, que había cambiado, además aclaraba que en su vida no había una tercera persona aunque sembraba la duda en el caso de su marido.
Sus hijos, Sebastián de treinta y tres años y Miguel de treinta y uno se han convertido también en objetivo de la prensa, saben que sus declaraciones cotizan al alza, por lo que no ha extrañado nada ver esta semana a Sebastián Palomo Danko servir como reclamo publicitario de un coche junto a Tamara Falcó y Eugenia Silva.
Mientras se ultiman los detalles de esta sonada separación Marina no pierde el tiempo y se asesora de la mano de prestigiosos abogados que lucharán por defender lo que a ella le corresponde por sus treinta y cuatro años de matrimonio con el torero, se juega un buen pellizco y no piensa renunciar a nada.
El asunto se complicó aún más cuando esta semana las revistas destacaban en portada la estrecha amistad que mantiene Marina Danko con José Bono. Recordemos que el presidente del Congreso se separó hace algo más de un año de Ana Rodríguez y a fecha de hoy no se le conoce novia alguna. Ambos han reconocido que su amistad se remonta a hace años, han compartido cacerías, jornadas de campo y muy buenos momentos rodeados de amigos comunes. La colombiana no ha tardado en emitir un comunicado en el que aclara que: «En relación a las informaciones aparecidas recientemente en diversos medios de comunicación, deseo manifestar que ni he mantenido ni mantengo relación sentimental alguna al margen de mi matrimonio. Quiero dejar claro que con don José Bono y doña Ana Rodríguez nos ha unido desde hace años una relación de amistad y que les respeto profundamente. Ruego respeto a los medios y confío en que entiendan por los delicados momentos que estoy pasando debido a mi dolorosa separación».
Este comunicado lo redactó con la ayuda de sus abogados, quienes en estos momentos velan por el interés personal y económico de su clienta.
La anécdota más divertida la protagonizó José Bono el pasado jueves, cuando poco antes de dar comienzo la sesión del día en el Congreso, los vicepresidentes Jorge Fernández Díaz y Maria Teresa Cunillera bromeaban con Bono sobre Marina Danko sin saber que los micrófonos ya estaban abiertos. Bono no puede ser más espontáneo, las risas no faltaron cuando Cunillera le animó a que desmintiese el supuesto romance con Danko, sentido del humor no le falta al presidente del Congreso, mejor así.
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Mabel Redondo