La Convención del PP ha resultado ser un enorme éxito mediático, incomparable con la Conferencia del PSOE de la semana pasada. Mientras los populares, con Rajoy a la cabeza, se ven ganadores, los socialistas, liderados por Rubalcaba y con todo perdido, tratan de que el daño sea lo menor posible.
Salvo que pudiera darse una sorpresa de tamaño estratosférico, nada impedirá que el presidente del PP sea el nuevo inquilino de la Moncloa.
Habida cuenta de la previsible situación a partir del 20-N, los periódicos digitales y las TDT´s de la caverna están recomponiendo su estrategia. No se puede olvidar las críticas feroces que recibió Rajoy de estos medios cuando perdió las elecciones del 2008, y el apoyo ciego que de su parte recibió Esperanza Aguirre. Lógico, era la presidenta de la Comunidad de Madrid quien dio licencia a todas las televisiones afines a ella y quien permitía a todo ese entramado pingües beneficios gracias a la publicidad institucional que durante años les ha regalado. Entre medias se despacharon bien a gusto contra Rajoy y Gallardón.
Pero se les ve el plumero y, ahora, sin cortar la mano que tanto y tan bien les dio de comer –Aguirre- han comenzado a poner tierra de por medio en el ámbito de la política nacional aunque, eso sí, manteniéndole su apoyo en el conflicto de la enseñanza pública. Uno de estos diarios falderos incrusta en su página principal una “Campaña de apoyo a Lucía Ficar, frente el acoso sindicalista”. Otro, aunque también en pleno proceso de “rajoyzación” no puede evitar ciertos ramalazos y su director escribió hace bien poco que “Entre los dirigentes del PP, el que peor se ha portado con las víctimas del terrorismo ha sido el propio Rajoy,….”
La prioridad de esta caverna mediática es hacerse ver ahora al lado de Rajoy como su punto de apoyo para no perder posiciones y, sobre todo, para obtener más subvenciones que les permita vivir también como hasta ahora.
Solo hay un problema: durante cuatro años se les ha visto el plumero. Y ahora, si cabe, más.
Quebrantahuesos