De cine. Así ha jugado el Real Madrid que volvió hacer 45 minutos de fantasía y de ilusión ante un Bernabéu que disfrutó de un equipo que elabora un fútbol de muchos quilates a una velocidad de vértigo. La víctima esta vez fue el Villarreal que perdió 3-0, y aunque no esté en su mejor momento es un buen conjunto que nada pudo hacer ante un Real Madrid que en los últimos partidos está practicando el fútbol total.
La primera media hora fue un monumento al balón. Ahí ya quedó resuelto el encuentro. Luego en la segunda parte, el Madrid hizo el fútbol control.
Benzema, Kaká, recuperado definitivamente para la causa, y Di María fueron los goleadores. Goles que se marcaron en la primera media hora.
Ahora mismo y por la superioridad que demuestra frente a sus rivales, el Real Madrid de Mourinho es el mejor equipo del campeonato en cuanto a juego y goles. Es el máximo goleador con 31 goles en diez jornadas. No hay discusión que valga. El todo poderoso Barcelona de Guardiola ha bajado el pistón y se ve superado no sólo en la clasificación sino también en el concepto futbolístico. Al menos, en estas diez primeras jornadas del campeonato nacional de liga. Si ya en la Supercopa el Real Madrid demostró a los azulgranas que esta temporada le iba a mirar cara a cara -ganó el Barcelona siendo peor que el Real Madrid, Messi fue quien obró el milagro-, ahora, en estos compases iniciales le está ganando en todos los aspectos. Ya le ha pedido hora.
El Real Madrid de Mourinho se ha lanzado a demostrar que existen otros argumentos futbolísticos distintos a los del Barça.
¡Y por favor!, no me vengan con la monserga de que el Madrid de ahora juega como el Barcelona, eso no se lo cree nadie. El Real Madrid, claro que toca, pero no soba la pelota como hacen los azulgranas. Los blancos cuando tocan lo hacen a dos toques y a mucha velocidad. Si en algo aventaja el Madrid al Barcelona es que tiene mucha más variedad en el juego.
El equipo de Guardiola cuando juega bien aunque muchas veces aburra con tanto Tiki-Taka, es una delicia verle. Pero también debemos admitir que este Real Madrid da espectáculo y del bueno. En estos momentos, y que me perdonen los seguidores culés, los de Mourinho están un escalón por encima.
El Madrid va un paso más allá, mezcla la confección y el control del que hace gala el Barça con otros argumentos que no tienen los azulgranas. Combina todo eso que hace muy bien su máximo rival, con un fútbol en largo, contragolpes ejecutados a la perfección elaborados con gran velocidad, toque, precisión y pegada. Lo que se llama el fútbol total.
Los oportunistas de turno ahora vendrán con sermones grandilocuentes diciendo y justificando que el Real Madrid juega bien al fútbol porque lo hace como el Barcelona. No es cierto, ya lo hizo también la temporada pasada con exhibiciones en Milán, Ámsterdam y en la Liga española con grandes goleadas. Así como en el primer tiempo de la final de la Copa del Rey que no dejó chutar en ninguna ocasión al Barcelona. Luego en la segunda parte los chicos de Guardiola fueron mejores, pero en la prorroga el Madrid volvió a ser mejor y por eso ganó la Copa.
Aguantarle a un extraordinario Barcelona (el mejor de la historia) un cuerpo a cuerpo tiene su mérito, y aunque sólo ganase un trofeo, el Madrid de la pasada temporada estuvo a gran nivel. Este año va a estar mejor porque es el segundo año de Mourinho, ya conoce la realidad de nuestro fútbol, lo que representa el Real Madrid, y además tiene mucho mejor equipo.
Aquellos compañeros periodistas -muchos de ellos auténticos indocumentados- y seguidores que decían que con Mourinho el Real Madrid iba a ser un equipo defensivo y mediocre, imagino que se habrán metido debajo de la cama hasta que escampe la tormenta perfecta de fútbol que el Real Madrid de Mou está ofreciendo en estos albores.
El monopolio de este juego tan maravilloso llamado fútbol, no lo tiene el Barcelona como ya he manifestado en otras columnas. Hay otras formas tan lícitas de jugar, y si cabe hasta más hermosos y espectáculares. Hay que reconocer que este Real Madrid lo está haciendo muy bonito y además, tirando de gran repertorio.
Si el Real Madrid no es líder, acháquenlo a un milagro llamado Levante.
Alfonso Celemín