El Partido Popular, entre presentación y explicación de su programa electoral, anda estos días pidiendo la salida del Gobierno de José Blanco por su implicación en el Caso Campeón. Pide, además, que ni siquiera vaya en las listas electorales socialistas, por aquello del blablablá del que tanto se ha dicho esta legislatura… Y quieren que dimita, especialmente, después de saberse que está presuntamente pillado hasta las orejas en el caso, incluso, con grabaciones legales de conversaciones con su primo y con el amigo de su primo que era el que ponía la pasta.
Tan complicado lo tiene José Blanco que todo apunta a que, en cualquier momento, la jueza que lleva el caso lo elevará al Tribunal Supremo para su encausamiento.
Pero yo creo que todo este acoso político es de boquilla. Hablar por hablar. Por mantenerlo en candelero. Yo creo que lo que le interesa al PP es que Blanco siga de Ministro de Fomento y de Portavoz del Gobierno porque así es una pancarta abierta en los telediarios a su favor.
José Blanco ha muerto, políticamente hablando, y al PP lo que le interesa es que su cadáver huela allá por donde vaya y siga ahuyentando votantes. La política es así. A Dios rogando y con el mazo dando.
Y a más tiempo se mantenga José Blanco en el poder, más olor a corrupción desprenderá el socialismo. Y después dará igual que demuestre su inocencia o que sea declarado culpable. Lo que ahora importan son los votos a 20 días vista.
Torpe me parece la actitud de mantenerse en el poder de un tipo tan listo como Blanco. Sobre todo cuando está a punto de salir, de todas las maneras, del Gobierno.
Pinocchio