Lo dicen los números, las estadísticas y hasta la forma de jugar: El Real Madrid está un escalón por encima del Barcelona, su gran rival.
Esta afirmación tan sonora que puede herir las susceptibilidades de los seguidores azulgranas por considerar que es una opinión personal, la comparte alguien tan grande en esto del fútbol como Zinedine Zidane -después de Maradona, el mejor futbolista que he visto- quien ha manifestado a Canal + Francia, con la seriedad y el rigor que siempre le caracteriza que “ahora mismo el nivel del Real Madrid es superior al del Barcelona”.
Creo que lleva razón, no solo por el gran juego que está desplegando sino por los resultados. En estas dos facetas, en un principio, supera con creces a los azulgranas. Esto no es ficción, es una realidad.
Zidane, además de ser uno de los grandes, tiene como bandera la sinceridad, cree que el conjunto blanco ha sufrido una gran transformación respecto a la anterior campaña, circunstancia que atribuye a José Mourinho, que suele ser en la segunda temporada cuando recoge la siembra de su gran trabajo. Así lo demostró en los anteriores equipos donde estuvo: Oporto, Chelsea e Inter de Milán.
No solo el cambio tan sustancial ha sido culpa de Mourinho, habría que añadir otros elementos más: el nuevo talante del propio Mou; la jerarquía de Sergio Ramos como central, y el mejor ambiente del vestuario con más dialogo entre entrenador y jugadores. Por no hablar de la mejoría en el rendimiento de todo el equipo, especialmente de Xabi Alonso, Di María y del regreso al fútbol de Kaká.
La crisis del El Sardinero, fue el detonante del resurgir del Real Madrid que desde entonces no ha perdido ningún partido. Aquel empate a nada frente al Racing de Santander hizo meditar a todos. Mourinho se acercó más al vestuario y más concretamente al sector español, generando un clima de diálogo que ayudó a mejorar la convivencia todos los niveles.
Mou tuvo la habilidad de dar más protagonismo al sector más independiente de la cocina blanca. Dotó a Casillas, Ramos, Xabi Alonso y Arbeloa de más poder de decisión. La lesión de Carvalho, revolucionó la defensa y hasta cambio el modelo. Sergio Ramos pasó a jugar de central, erigiéndose en el jefe, mientras que Pepe era su adjunto.
Con Sergio Ramos en el eje de la defensa, el Madrid tiene mejor salida del balón. El primer beneficiado ha sido Xabi Alonso que ahora gestiona mejor el inicio de las operaciones. El puesto de central, es el puesto natural de Sergio Ramos, por su instinto de gobernar los partidos y de pasador. Ramos como lateral derecho era un buen jugador, pero como central es un fuera de serie.
La pareja Ramos-Pepe, por su velocidad y por su anticipación, permite además que el equipo pueda avanzar más metros en el achique y de paso tener más posesión de la pelota y del juego. Desde El Sardinero, el Real Madrid subió un escalón y se ha superado a sí mismo. Está reafirmando la alegria por su presente y multiplicando la ilusión por su futuro.
Por todas estas circunstancias, en la actualidad, el Real Madrid esté un escalón por encima del Barcelona. Y claramente esta temporada le va a discutir con más argumentos los títulos. “La diferencia que había se ha reducido al punto de ser inexistente, incluso el Madrid está por delante del nivel del Barcelona”. Lo ha dicho Zinedine Zidane, todo un señor, y hasta lo ha reconocido el propio Guardiola cuando dijo que el Real Madrid es “tres puntos superior a nosotros”. Si lo dice el gran Guardiola no osaré yo discutirle.
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Alfonso Celemín