domingo, noviembre 24, 2024
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Otro pulso de Aguirre a Rajoy. Y van…

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La presidenta del PP de Madrid, debería explicar qué razones le han llevado a perder la confianza en Francisco Granados como secretario general del partido. No ha podido ser de la noche a la mañana y algo ha tenido que ir fraguándose para tomar tal decisión. Qué casualidad que haya sido tres días después de las Elecciones Generales. Es verdad que Granados, como ya adelantó Quebrantahuesos el pasado 23 de octubre, “estaba muerto” sin saberlo. Pero Esperanza Aguirre tiene la obligación y el deber de contar por qué lo ha “matado” políticamente.
¿Por los malos resultados del PP en Madrid el 20-N? Sí, malos resultados porque se esperaban 21 escaños y “solo” se consiguieron 19. ¿Por supuestas traiciones? ¿Se estaba “trabajando” a algunos cargos de Génova? ¿Por cuestiones personales? ¿Por dudas en asuntos patrimoniales? ¿Por qué ahora, si de Granados se viene hablando en los mentideros desde hace mucho tiempo? ¿Es que Esperanza Aguirre ha visto la luz? ¿Y si es así, qué luz ha visto ella que desconozcamos los demás?
La presidenta del PP de Madrid debe responder a todos estos interrogantes no solo a los militantes de su partido, también a los ciudadanos de la Comunidad pues Francisco Granados ha sido consejero y diputado. Y debe contar también el significado de aquellas palabras cuando lo echó del gobierno: “Paco, no cuento contigo para el nuevo gobierno. Puede que ahora no lo entiendas, pero créeme si te digo que es lo mejor para ti”. 
Pocas luces y demasiadas sombras.
Y, por añadidura, muchas ganas de tocarle las narices a Rajoy. Porque nadie dude de que eso es lo que ha hecho, una vez más, Esperanza Aguirre al nombrar como sustituto a Ignacio González en la secretaría general. Por cierto, a dedo, como tanto criticó ella la candidatura de Rubalcaba en el PSOE. Cambian los tiempos, cambian los pensamientos, como dicen en Castilla.
El caso es que este movimiento no ha sentado bien en Génova donde todavía seguían paladeando las mieles del triunfo electoral. Aguirre, y Estrella Digital lo ha publicado, es una experta en aguarle las fiestas a Rajoy. Pero siendo este un malestar importante, el enfado es mayor por haber nombrado a Ignacio González. Entre él y ella han construido un “bunker” en el PP de Madrid que ya ha escapado de la disciplina de Génova. El poder que aglutina González es casi absoluto: vicepresidente de la Comunidad de Madrid, consejero de Deportes, presidente del Canal de Isabel II, presidente del Comité Electoral del PP regional y, ahora secretario general. Con Aguirre controla todo lo que se mueve, incluida, por su puesto, Telemadrid.
Y aunque ahora González tenga despacho en Génova, no parece que tenga vía franca al de Rajoy, quien lo vetó como presidente de Caja de Madrid. La foto de este miércoles del presidente electo con Rodrigo Rato habría sido imposible si González hubiera ocupado la dirección de la entidad financiera. De eso no cabe la menor duda y, por ello, en el PP interpretan el nombramiento como un nuevo agravio de Esperanza Aguirre al liderazgo de Mariano Rajoy. El gallego no es de dar puñetazos en la mesa, pero tampoco olvida las ofensas y los pulsos de la presidenta.
Que nadie dude, González ha iniciado el mismo camino que Granados. Y Aguirre también.

Editorial Estrella

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