Ante la falta de noticias, la avalancha de especulaciones y “quinielas” sobre los futuribles ministros, puedo asegurar con rotundidad, que el gobierno del señor Rajoy estará formado por “profesionales como la copa de un pino”. No tengo duda alguna. Es más: los elegidos serán gente que “se visten por los pies”, aunque la presencia femenina en el Gobierno y según los modelos que se pongan, obligará a vestirse a alguna por la cabeza. Esta será “la excepción que confirme la regla” y la certeza de que ha de haber de todo: “como en botica”.
Ustedes se preguntarán las causas de que utilice hoy esta forma de escribir repleta de lugares comunes y frases entrecomilladas. La respuesta es muy sencilla: los tópicos son muy eficaces cuando no se tienen noticias confirmadas ni contrastadas (vamos: ni idea) sobre el tema del que uno habla o escribe. Para ello nada mejor que seguir utilizando el curioso lenguaje que he observado en diversas tertulias televisivas de gran audiencia.
En consecuencia, “no haré declaración alguna”, porque entre otras cosas reconozco que “yo valgo más por lo que callo que por lo que hablo”. “Ustedes me conocen” y saben que “digo las cosas a la cara” y si “digo algo, sé porque lo digo”. Sin “manipulaciones ni intoxicaciones”. ¿Me entienden? Pues “vale”, pues si no lo hacen, es que entonces: “yo flipo”.
Las tertulias deportivas también ofrecen conceptos muy adecuados. Por lo tanto me permito aconsejar que incluyan en el nuevo gobierno a personas que aporten “la presencia intimidatoria en la zona” de los hermanos Gasol, lo cual será de gran utilidad para “zafarse” con los temidos “mercados” en la eurozona. También profesionales que practiquen el desconcertante “tiki-taka” de Xavi e Iniesta en las negociaciones con Bruselas e incluso con los sindicatos. En defensa, la referencia “mejor posicionada” es sin duda el estilo de Sergio Ramos pues “reparte juego” a sus compañeros y también reparte leña a los contrarios. Por repartir que no quede.
Pero las recomendaciones de personas concretas era algo “en lo cual no quería entrar”, aunque me “han tirado de la lengua” por lo que he decidido “contar mi verdad” sin necesidad de polígrafos, de lo cual no me arrepiento ni pido disculpas, pues he comprobado que “excusatio non petita, accusatio manifiesta est” o al revés que ya no me acuerdo.
Así que tranquilos: preparen sus vacaciones y “puentes” que un día de estos nos lo comunicarán y tendremos mucho tiempo para conocer a todo el gobierno.
Solo puedo añadir que “lo puedo decir más alto pero no más claro”.
Hasta la próxima semana.
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Paco Fochs