Este es uno de esos momentos en los que los ciudadanos nos culpan a los periodistas de ocuparnos de asuntos que a ellos no les interesa, porque un día sí y otro también, dedicamos una parte de nuestro tiempo a la actualidad interna del Partido Socialista. Pero hay motivos para ello. El PSOE no es poca cosa en la política española. No olvidemos que de los treinta y cinco años que llevamos de democracia, desde que se celebraron las primeras elecciones, en veintidós de ellos y en momento distintos, el Partido Socialista ha gobernado el país, ha sido el designado por los ciudadanos para conducirnos a todos. Estamos, pues, ante un grupo que tiene mucha importancia.
Las decisiones que se tomen en este Congreso Federal nos afectarán a todos, no sólo a quienes militan. No es lo mismo que se proclame Secretario General Rubalcaba a que lo haga Carme Chacon. El resultado será distinto, de la misma manera que el gobierno que ha regido España desde 2004 a 2012 liderado por Zapatero no hubiese sido igual si en el Congreso del año 2000 Bono, Rosa Diez o Matilde Fernández hubieran resultado elegidos como Secretario o Secretaria General. El partido hubiera tenido un recorrido diferente, pero el país también. De ahí que nos preocupe a todos.
Faltan pocos días para el Congreso Federal y se percibe confusión o división o inseguridad o incertidumbre…se observa, quizá, la falta de otra alternativa, esa tercera vía de la que se habla, que ofrezca alguna renovación o, al menos, un poco más de ilusión. Rubalcaba dice que tiene un proyecto. Chacón también. Pero ¿lo tienen o solo buscan el poder?. No olvidamos que Zapatero tuvo mucho apoyo del PSC, el mismo que ahora apoya sin fisuras a Carme Chacón, una candidata que ha disfrutado de cargos destacados en las dos últimas legislaturas del Zapaterismo. ¿Su proyecto será distinto a lo que ya hemos visto?.
En el otro lado está Alfredo Pérez Rubalcaba que también ha estado presente en uno de los gobiernos más decepcionantes que hemos tenido en la reciente democracia.
Son dos alternativas que provocan dudas en el interior del partido y poco entusiasmo de cara al exterior. De hecho, el ex-Vicepresidente, ha llevado al partido a la cota electoral más baja jamás conseguida. No parece una buena carta de presentación para iniciar un diálogo con los votantes, cuando llegue el momento.
Posiblemente ahí esté la confusión que se detecta desde fuera. Quizá una tercera vía, una nueva alternativa, que incorpore ideas novedosas podía tener posibilidades de alzarse con la Secretaría General sin demasiados problemas. ¿Pero quién?. Rubalcaba da por hecho que no habrá nadie más que las dos opciones mencionadas y, si echamos una mirada al banquillo, tampoco es que se observen grandes esperanzas, al menos entre las caras conocidas. Todas ellas han pasado, de una u otra manera, por el desgaste a que les ha sometido el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero. Han sido ocho años de gobierno con errores de calado que han dañado a todos, incluida la imagen del partido. Costará recuperarse y, salvo errores de bulto y de última hora como en el 2004, el PSOE tendrá que hacer un recorrido por el desierto… y buscar caras, ideas y proyectos que ofrezcan un poco más de ilusión de la que pueden transmitir Rubalcaba o Chacón.
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Pedro Fernández