lunes, noviembre 25, 2024
- Publicidad -

Víctimas y terroristas

No te pierdas...

He tenido la ocasión de escuchar una tertulia en una emisora de radio, no recuerdo cuál de ellas, en la que se discutía o más bien se comentaba esa iniciativa que está en marcha por la que las víctimas de la violencia del terror y los terroristas encarcelados pueden optar a mantener una entrevista cara a cara.

Desconozco de quién es la iniciativa ni cuál es el objetivo de tal decisión pero si sirve para tranquilizar el espíritu a las víctimas, a quienes padecieron en su momento el maldito zarpazo que tantas vidas inocentes se ha llevado por delante, sea bienvenido. Pero sólo si son ellos los beneficiados, los familiares que padecieron el terror y la muerte de sus seres queridos, lo veo bien. Ni una pizca si es para beneficio de los criminales, de los que mataron a sangre fría, de los que apretaron el gatillo contra seres indefensos.

Alguien que participaba en esa tertulia decía que era necesaria grandeza de miras y altura humana para tomar la decisión de entrevistarse con su verdugo, con el responsable de haber matado a su ser querido y mirarle a la cara. Pues no. Los familiares de asesinados por ETA durante tantos y tantos años de violencia injustificada no tienen que hacer nada extra para que se les considere ni mejores ni peores. Tanta grandeza tiene quien decida participar en ese proyecto o programa o como se le quiera llamar que aquel que se ofenda tan solo porque se lo propongan.

Porque ETA haya dejado de matar no ha hecho nada extraordinario que debamos destacar. El resto de los ciudadanos llevamos toda nuestra vida sin pegar tiros y nadie nos ensalza por eso. La decisión que ha tomado la banda de alejarse de las armas, que esperemos que sea definitiva de verdad, es la petición constante, desde el inicio de la transición, sin obtener una respuesta democrática. Escuchando el sonido de las balas como único argumento de conversación.

Las víctimas no tienen nada que agradecer a nadie y la sociedad que viene participando en la vida democrática tampoco. Quienes mataban han decidido dejar de hacerlo por la presión de la ley y las fuerzas de seguridad. No por iniciativa propia. Si ahora les parece horrible lo que han hecho a nosotros también. A quienes los hemos padecido durante estos más de treinta y cinco años, también no los parece y hemos tenido que aguantarnos. Ellos seguían matando por más que les pedíamos clemencia para los inocentes.

Si, ahora que han abandonado la violencia, les está asaltando un sentimiento de culpa por lo que han hecho, tendrán que soportarlo y vivir con ello que siempre será más fácil que tener que mantenerse en pie cada día después de que unos insensatos mataran a un padre, a una madre, a un hijo… y encima tuviéramos que aguantar sus gestos, sonrisas y demás comportamientos en los juicios.

Que vivan con la culpa. Pena ninguna.

Estrella Digital respeta y promueve la libertad de prensa y de expresión. Las opiniones de los columnistas son libres y propias y no tienen que ser necesariamente compartidas por la línea editorial del periódico.

Pedro Fernández

Relacionadas

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -

Últimas noticias

- Publicidad -