Esta semana he recibido un email en [email protected] con un texto erótico. Sin título. Sin remite. Sin nada. No sé quien me lo ha mandado. No ha usado ni siquiera seudónimo. Es algo corto, pero me ha parecido tan bueno que no he podido resistirme a publicarlo. Además, me ha parecido originalísimo. Lo he titulado “Mirándome” y se me ha ocurrido llamar Kim a su autora. Como Kim Kardashian. En homenaje a ese pedazo de mujer. Espero que les sorprenda y les guste.
Mirándome
“Amo masturbarme. Me gusta mucho hacérmelo. Me gusta estar acostada en mi cama, con las piernas muy abiertas, mi trasero sobre una almohada y con un espejo de maquillaje iluminado entre mis piernas. Dejándome contemplar mi sexo en toda su plenitud. Sólo el verlo tan placenteramente me excita.
Entonces, cojo mi hermoso vibrador color carne y me pongo a estimular mi clítoris sin ponerlo en marcha. Me encanta mirar mi propio placer en el espejo.
También tengo una ristra de bolas anales maravillosas que uso según voy entrando en calor. Las lubrico con vaselina y las inserto en mi trasero para volver de nuevo a trabajar sobre mi vulva.
Entonces, hago funcionar el vibrador sobre mi clítoris, mirándome en el espejo y sintiendo cómo se hincha completamente.
Cuando estoy lista para acabar, comienzo a sacar mis bolitas anales, una por una, viéndolas salir al tiempo que veo, literalmente, en el espejo danzar a mi clítoris hacia arriba y hacia abajo sobre mi vibrador. Hecho que me excita muchísimo.
Las bolas anales mejoran tanto mi placer que se las recomiendo a aquella mujer que quiera un orgasmo súper intenso.
Y mientras mi vulva está acabando y voy sacando las bolas todo es como si entrase en un torbellino de placer. Mi ano no quiere dejar que se vayan. Se cierra y se abre. Lo veo. Y alcanzo un clímax espectacular.
Es una sensación impresionante que me hace muy feliz y que recomiendo a todas las mujeres. Alguien me dijo una vez que era porque los músculos para alcanzar el clímax eran los mismos que están cerca del ano y que ese es el motivo por el que es tan placentero. No lo sé. Pero recomiendo las bolas anales para todas las que quieran esa sensación intensa.
Después del orgasmo, me encanta yacer ahí y ver y sentir cómo mi clítoris se relaja. Como late mientras va perdiendo su erección. Después me levanto y me ducho.
Masturbarme me resulta más placentero que una sesión de sexo con un hombre”.
Kim
Estas memorias están teniendo, afortunadamente, una gran aceptación entre los lectores. Lo demuestran el gran número de visitas que tiene semana tras semana y los comentarios que recibe. Por eso, de acuerdo con la dirección de Estrella Digital, he pensado realizar, dentro de la sección, un Experimento sexual: quiero que los lectores de ‘Memorias de un Libertino’ puedan publicar también sus relatos. Sus sueños. Sus experiencias. Sus deseos ocultos.
El tema erótico será libre. Sólo pido que el texto no sea mucho más de un folio de extensión y que mantenga un mínimo de buen gusto. Se podrán firmar con seudónimo y se respetará el máximo de discreción. Tanto se respetará que los relatos NO deberán enviarse a la redacción de Estrella Digital sino a [email protected] Este es un correo creado, especialmente, para recibirlos y para que sirva también para aclarar cualquier duda o consulta.
Por supuesto, si alguien lo solicita, puedo también ayudarle literariamente a mejorar su texto.
Esperamos recibir muchos relatos.
Memorias de un libertino