Contentos por la minilluvia (se lleva lo mini) pero estremecidos por el majara criminal de Toulouse o por los majaras del Manzanares que se merendaron a un compinche como excelsa muestra de tortura, el secarral en el que subsistimos nos ha dejado en los últimos instantes (instantitos por mejor decir que hay crisis) un espeso y pestilente manto de matas marbellíes de farlopa.
La justicia acaba de empurar al cuarto presidente autonómico de la historia autonómica: el antes ínclito y honorable y ahora pestilente y “uy qué asquito” Jaume Matas. La justicia, en el primero de los 22 marrones que le cercan, le ha declarado corrupto y le ha puesto caminito del trullo con un traje de convicto del que cuelgan bien visibles las medallitas de falsario, prevaricador, malversador y traficante de influencias. ¡Todo un currículum! Y lo peor para él y lo mejor para todos es que no ha hecho más que empezar ese vía crucis que él mismo con su mecanismo se construyó sin mirar precio (“será por biyetes”). Un caminito hacia muchas trenas que recorre cual apestado arrojando a su tran tran medallas, reconocimientos, títulos y para bienes, bastantes de estos últimos por cierto entregados a manos llenas por quien fue su compañero de veraneos quien ebrio de contentismo llegó a ponerle como ejemplo de casi todo. ¿De esto que ahora se ha sabido y entonces ronroneaba también?
Matas abra marcha y a su compás, desde Sevilla, un chófer de alias “el eres” que ha sido mandado al trullo, de momento preventivo, por haberse inflado no ya a cobrar ‘eregularmente’ sino a pillar perica a sacos. Dice y dicen que el pájaro se gastaba 25.000 euros al mes en farlopa. Eso, hablando en dinero, eran 4 millones y pico de pesetas al mes, 140.000 al día. Y eso, hablando en farlopa, son o eran 400 papelinas al mes, ¡13 papelinas al día! Un vicio voraz aunque claro con tanto ere p’arriba y tanto ere p’abajo…, aquello ‘ere’ un no parar.
Y como no hay dos sin tres, hete ahí que van y sacan a la pista de baile al lugarteniente de Aguirre: Nacho González. Sí, el que aquellas fotos cargando con sospechosos bolsones basuriles llenos de a saber qué en un superfashion hotel de Cartagena de Indias. Bien, pues a ese ahora le trastabillan o se trastabilla en el territorio Gürtel por un superfashion ático de megalujo en Marbella. Él, de momento, dice que se paga el alquiler, al igual que aquel que se pagaba sus trajes, a razón de dos mil pavos al mes (gastos de comunidad aparte). No huele nada bien el caso. Y tampoco huele nada bien la aparición ahora de la noticia porque claro: ¿aparece la noticia o la hacen aparecer? ¿tendrá que ver con el principio de enmarronamiento Gürtel del nuevo “don pelayo” Álvarez Cascos? Lo cierto y verdad es que alguien, aprovechando la minilluvia, parece haber decidido sacar su mantita y empezar a sacudirla un poquito.
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Javier Manzano