Debe dar gusto ser vicepresidente del gobierno de Madrid, presidente del Canal de Isabel II, vicepresidente del Comité Ejecutivo de Ifema, [patrono del Teatro Real de Madrid y secretario general del Partido Popular de Madrid, entre otras cosas. Todos esos cargos otorgan a estas personas una capacidad ilimitada de menosprecio a los que no son de su “estirpe”.
Basta escuchar las declaraciones públicas del “vicetodo” para dar por probado ese comportamiento despectivo que a diario infringe hacia periodistas y adversarios políticos, ya sean de su partido o del contrario. Ese exceso de vanidad y un egocentrismo bebidos de la fuente madre, le permiten, por el momento, “flotar sobre las aguas”. Por el momento.
Las informaciones que publica Estrella Digital son lo suficientemente graves como para que no se esconda detrás de toda esa acumulación de cargos ni le proteja su jefa Esperanza Aguirre.
¿Cómo es posible que, como publica Estrella Digital, pague 2.000 euros al mes por un dúplex de 500 metros mientras que los que se alquilan en la misma urbanización cuestan 6.000 euros por menos metros?
Resulta a todas luces inaudito. Tanto o más como que la sociedad a la que González decía pagar el alquiler llevaba sin actividad desde el año 2010. Como también publicó este periódico, “paradójicamente, según el registro de Delaware, Coast Investors se activó el 22 de marzo de 2012, dos días después de que se hiciera pública la información de su dúplex en Guadalmina”. ¡Qué casualidad!
En efecto, todo el mundo es inocente mientras no se demuestre lo contrario, pero ya es un síntoma que la policía esté mirando lo que hay o puede haber detrás del “pisito”.
Sin caer en ningún tipo de insinuaciones, para que nadie diga, como mínimo es muy extraño tanto precio especial. No cabe en cabeza humana que se paguen semejantes precios por esos “pisitos” de lujo. El caso es que siempre son los mismos los que salen ganando en situaciones parecidas a esta. Los que más tienen menos pagan.
Alfonso García