Imagínense la escena: miércoles, sesión de control al Gobierno, en la tribuna la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría le recriminaba a la portavoz socialista Soraya Rodríguez que el PSOE insista al Gobierno en que retire la reforma laboral, recordándola que a Zapatero también le pidieron que retirara su reforma y no lo hizo. Y mientras se producía este «rifirafe» en los pasillos Gaspar Llamazares iba entregando a sus señorías un folleto explicativo sobre la huelga general. Pueden imaginar la cara de pasmo de algunos ministros cuando se toparon con Llamazares. Por ejemplo el ministro de Hacienda Cristóbal Montoro rechazó el folleto, pero Luis de Guindos, ministro de Economía, lo cogió con la mayor naturalidad.
Hizo bien el ministro. Por más que conozca las razones de por qué los sindicatos convocan la huelga. Claro que si Llamazares sorprendía a sus señorías en los pasillos Cayo Lara lo hacía en el pleno del Congreso donde mantuvo un «mano a mano» con la ministra de Empleo Fátima Báñez también a costa de la reforma laboral. Y es que pocos políticos pueden aguantar el recuerdo de la hemeroteca, así que el líder de Izquierda Unida desplegó un cartel con algunas de las frases y compromisos de los populares antes de llegar al Gobierno. Por ejemplo: «Yo no creo que haya que abaratar el despido», dicho por Mariano Rajoy. «El problema económico de España no se soluciona con el abaratamiento del despido», dicho por Cristóbal Montoro. «En un año se pueden crear 300.000 empleos», dicho por Dolores de Cospedal. «El paro va a aumentar en 630.000 personas más en 2012», dicho por el actual ministro de Economía, Luis de Guindos.
Se pueden imaginar el efecto de este recordatorio, y todo esto en una sesión eminentemente económica y con los nervios contenidos precisamente a cuenta de la huelga general. Además que se sepa algunos parlamentarios ya han anunciado que este jueves 29 no acudirán al Parlamento, vamos que hacen huelga, a saber: los 11 diputados de Izquierda Unida, los siete de Amaiur, los 3 de Esquerra Republicana de Cataluña, los del Bloque Nacionalista Gallego, y también el diputado de Cormpromis-Equo. A éstos se suma la diputada socialista Isabel López Chamosa, que es militante activa en UGT. Puede que se sume algún parlamentario más, pero éstos son los seguros.
Lo cierto es que no hay Gobierno que no haya sufrido una huelga general. Además en esta ocasión el Gobierno no ha dado margen a la negociación con los sindicatos… por más que la ministra Fátima Báñez haya asegurado ante el pleno del Congreso que gracias a la reforma se han firmado más de diez mil contratos de emprendedores, también es verdad que se han destruido muchos más empleos de los que se han creado. Vamos, que las supuestas bondades de la reforma hasta el día de hoy brillan por su ausencia.
En cualquier caso al Gobierno no le queda más remedio que apretar los dientes y aguantar a que pase lo mas rápido posible éste 29 de marzo. Mañana será otro día.
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Julia Navarro