Ocurrió en la mañana del martes 2 deabril. Los tres feroces dinosaurios pertenecían al género Dilophosaurus, y no sólo se pelearon entre sí ante los asombrados ojos de los visitantes al Jardín tropical de la estación de Atocha de Madrid, sino que atacaron a varios paseantes. Finalmente una valerosa niña acompañada de dos amigos de su edad, unos diez años, consiguieron vencer y poner en fuga a los monstruos.
Todo sucedió en una asombrosa realidad virtual: una gran pantalla permitía interaccionar las imágenes de los feroces, y a la vez divertidos Dinosurios, con las de los paseantes y sobretodo de los niños que se “enfrentaban” a ellos pasándoselo de maravilla. Una jovencita consiguió el mando en la increíble misión como era de esperar. Ellas son mucho más valientes.
Este milagro de las nuevas tecnologías y de la ilusión de los pequeños, y no tan pequeños, que algunos padres también lanzaron “directos”a las fieras, formaba parte de la exposición “Dinosaurios en el Zoo”, que se presentaba al público y que nos recuerda que la visita a un zoológico es una de las actividades familiares más frecuentes en estas fechas, donde los actos religiosos dejan huecos para el entretenimiento de unos chavales (y sus valerosas capitanas compañeras), en jornadas vacacionales.
Son varios los zoológicos españoles de calidad reconocida internacionalmente: el Zoo Acuarium de Madrid, organizador del espectacular evento que comentamos, el de Barcelona, el Zoo-Botánico de Jerez, el de Santillana del Mar, y algunos otros de los que en otra ocasión nos ocuparemos. Hoy el protagonismo lo toma el de Madrid por su brillante y divertida iniciativa. Recomendamos una visita.
Y si tienen la suerte de viajar a Canarias, no olviden el Loro Parque del Puerto de la Cruz. Es una de las mejores instituciones zoológicas del mundo.
Del Zoo al Museo
En Madrid el Museo Nacional de Ciencias Naturales ha inaugurado la exposición “Biodiversidad”, que tendrá carácter pemanente. Un recorrido didáctico muy bien trazado que permite exponer alguna de las piezas más importantes de la colección del museo, como el lobo marsupial, especie extinguida en el siglo veinte, el ornitorrinco o el Antílope Gigante negro, también desaparecido en la naturaleza. Notamos la falta de alguna pieza emblemática, como nuestro precioso toro bravo: ya preguntaremos por su paradero.
Animales de viaje:
Si en nuestros viajes propios de estas fechas nos hemos decidido por la opción de que nuestros animales nos acompañen, extrememos las precauciones para no sufrir algún fuerte disgusto. Recordemos que las mascotas deben viajar siempre separadas del habitáculo de las personas, y que podemos ser multados si infringimos esta norma, además de estar expuestos a sufrir un accidente por distracción o porque el animal invada nuestro terreno en plena conducción.
Vigilemos también la seguridad del animal: no dejemos nunca una mascota en un coche al sol, y vamos a comprobar periódicamente que éste no alcance al vehículo si lo dejamos aparcado en una sombra que puede no durar más que algunos minutos. No debe faltarle en ningún momento agua para beber o refrescarse.
Naturalia