Pueden los señores malos hacer lo que mejor se les da, que, mientras, se persigue al bueno. A piñón fijo. Así ha ido Ignacio González contra la periodista de la SER y colaboradora de ESTRELLA DIGITAL, Pilar Velasco. Le acusa de descubrimiento y revelación de secretos. No le importa que fuera la Cadena SER quién diera el permiso para publicar el vídeo de su seguimiento a Colombia. El vicepresidente ha estado tres años persiguiéndola hasta que lo ha conseguido. La Audiencia Provincial ha escuchado a González e imputado a la periodista.
Corren malos tiempos para la prensa, quizá ahora publicar en un medio también se convierta en delito de integración en banda criminal, pero desde luego lo que nunca se convierte en investigación son las actuaciones contra Ignacio González. Los jueces están más pendientes de inculpar a una periodista por colgar un vídeo en una página web que de investigar qué hacía realmente Ignacio González en Colombia con José Manuel Serra Perís, Javier Soler y Edmundo Rodríguez. Aunque el CGPJ prefiera ponerse de perfil, de verdad, los ciudadanos españoles merecen una explicación del funcionamiento de la Justicia. Si ahora no se investiga a los señores malos, es mejor saberlo para decidir cuanto antes si al resto nos conviene seguir siendo buenos o cruzarnos de acera.
González ha ido a por los señores buenos. A pesar de que muchos otros medios de comunicación publicaron fotogramas de ese mismo vídeo, el vicepresidente madrileño señala a la periodista hasta el punto de sostener que la decisión de emitir el vídeo en la página web de la SER fue suya. O poco conoce cómo funciona un medio de comunicación a pesar de tener totalitarismo sobre Telemadrid o mucho le concierne sentar a Pilar Velasco en el banquillo. ¿A dónde quiere llegar González? Pilar Velasco se acogió en todo momento a su derecho a no revelar las fuentes de la información durante sus dos declaraciones como testigo, pero el vicepresidente saliva por saber quién ordenó su seguimiento.
Pero señor González, hay recordar que, aunque le produzca mucha ira verse en un vídeo dónde se habla de un bufete panameño llamado IGRA, de un banco suizo llamado Anglo Irish Bank, de mover los fondos y cheques en Lauryn Gruop de Panamá y de personas relacionadas con blanqueo de capitales, el periodista no miente, no roba, no mata, sólo cumple su deber de informar.
Editorial Estrella