viernes, octubre 4, 2024
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Divorcios y mobbing

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Con la llegada de la primavera han vuelto a sonar tambores de divorcio acerca de distintos y famosos matrimonios. El más comentado es el que atañe a la familia Borbón, más conocida como Familia Real. Pero en esta ocasión no se trata de los hijos, el tema apunta a los padres.

En este caso los inevitables comentarios a servidor le parecen algo antiguos, cortesanos y machistas, ya que dan a entender que la iniciativa de esta opción está solo en manos del marido. Opino que esto es algo propio de otras épocas y monarquías.

Por ello me pregunto alarmado ¿Y si quién pide el divorcio es la Reina? ¿Alguien lo ha previsto? Reconozcan que si es este caso nos vamos a sorprender e incluso a reír, pues parece que nadie lo contempla. Menudo trauma.

Todos los datos que se han escrito sobre este matrimonio puestos en manos de un abogado peleón y asesorado por otro de Hollywood, podrían situar a nuestro Rey en situación precaria, ya que le dejaría sin gran parte de los ahorros de toda una vida. Los cuales también se rumorea que no están nada mal.

El hecho de que estos ahorros se acumulasen en el transcurso de su matrimonio, les proporciona lógicamente el carácter de gananciales, lo cual es muy justo, ya que cualquiera reconocerá la labor realizada por la Reina en la estabilidad y el bienestar de su familia y su alabada “profesionalidad” en el ejercicio de su función pública.

Pero la profesionalidad tiene un límite. Se acaba cuando aparece el mobbing que como ustedes saben, así se llama ahora a la presión extrema que una persona sufre en su lugar de trabajo. Bueno, pues eso: no me extrañaría que la Reina estuviera harta de todo este culebrón. O muy molesta por las críticas que recibe por sus diversos viajes para visitar a su familia o que le hayan impedido asistir a un guateque londinense que organizó su pariente: la Reina Isabel II. Estas cosas duelen. A cualquier edad.

Solo falta que, conocidas desde hace tiempo sus aficiones, la obliguen a contemplar una corrida de toros, seguida de una cena a base de rabo del “astado recién lidiado”. Dicho esto último con la finura y elegancia que obliga el tema en cuestión. Uno intenta mantener las formas. No como el gobernador de Florida que se puso a hablar de elefantes con el Rey. Algo patoso ¿No?

Por todo ello lo mejor es que les dejemos tranquilos  y que resuelvan sus problemas entre ellos solos que ya son mayores. Es algo muy sabido que meterse en la vida de cualquier pareja son ganas de salir malparados.

Así que servidor, dicho lo que deseaba decir, corre un tupido velo y se despide.

Hasta la próxima semana.

Paco Fochs – Estrella Digital

Estrella Digital respeta y promueve la libertad de prensa y de expresión. Las opiniones de los columnistas son libres y propias y no tienen que ser necesariamente compartidas por la línea editorial del periódico.

Paco Fochs

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