La pasada semana, coincidiendo con las Fiestas Patronales que se celebraban en numerosísimos municipios españoles, el gobierno organizó una romería en honor a su Patrona que como todo el mundo sabe: es alemana y atiende por el nombre de Ángela (Ánguela para los íntimos).
En dicha celebración se pudo comprobar el alto nivel de fervor de sus fieles, con muestras de indudable cariño, que la Patrona recibió con su proverbial sencillez y humildad.
La Patrona también escuchó con paciencia las rogativas que le plantearon tanto en la intimidad como en el transcurso de un almuerzo servido con especial mimo, a base de Pastel de Verduras, Solomillo al Cabrales y Helado de Chocolate y Menta. Un menú sano y sencillo para tan extraordinario evento. Nada desestructurado ni con foie ni pretendiendo originalidades imposibles como pueden ser unas angulas rellenas.
Es de admirar el esfuerzo del gobierno por acercarse al pueblo, mimetizando sus costumbres en un momento en el que las encuestas no le son favorables, pero pese ello ha prevalecido el sentido común y sin asomo de rencor alguno, han querido estar al lado de su pueblo y vivir así las mismas sensaciones y emociones.
En esta jornada no solo es de remarcar la romería en si. Es sabido que en estas fiestas patronales los feriantes hacen su Agosto en Septiembre, instalando sus casetas de tiro, modestas norias, carruseles de caballitos y maravillosas pistas de coches de chocar que proporcionan colorido, fusiones musicales impensables y estruendo de todo tipo al personal. Es la parte lúdica de estas fiestas.
En este sentido, con la colaboración de la Comunidad de Madrid que realizó el anuncio de la próxima implantación de Eurovegas en Madrid, el gobierno también se sumó a estas ancestrales tradiciones, lo cual constituyó una muestra oportuna y definitiva de su enorme sensibilidad en fechas tan señaladas. Eso si: sin algarabías, como diría el presidente, que ya sabemos que no le gustan.
Ruego al lector que no vea asomo alguno de irreverencia en estas líneas escritas por este improvisado cronista y seguro servidor que soy yo, ya que tengo maravillosos y emocionantes recuerdos de las fiestas patronales. Las mías se celebraban y por supuesto se siguen celebrando, en honor de la Virgen de Castañar en la localidad de Béjar (Salamanca). Muy recomendables.
Hasta la próxima semana.
Paco Fochs-Estrella Digital
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