La huelga se impuso a la campaña y excepto Ciudadanos y PP, los partidos cerraron por respeto al derecho o por miedo a los piquetes y los reventones. CIU, prudencia obliga, se ha contenido en la forma pero ha atacado en el fondo. Dijo Durán que cómo es posible que quienes han sido responsables del desastre de siete años de gobierno sean ahora los que se movilizan contra las consecuencias de su gestión.
La cosa es sencilla, el viaje independentista tiene fecha de caducidad y hay que poner, servidumbres a parte, a cada uno en su sitio. Muy bien lo de la nación pero vosotros solo estáis para apoyar, no para pedir. Todo eso no lo dijo Durán pero lo pareció. Al final nos quedaremos sin saber si fue primero el huevo o la gallineta o si la culpa fue de este o de aquel.
La perla electoral ha corrido a cargo de Alicia Sánchez Camacho, que ha propuesto un «autonomismo diferencial» de cuyo contenido no ha creído oportuno informar a nadie pero cuyo desarrollo encaja perfectamente y sin duda posible en la Constitución, y sin necesidad alguna de modificarla. Ni más ni menos.
Mientras Pere Navarro, candidato del PSC se refiere a Mas como representante del Tea Party, comprobamos que los candidatos preocupados por el bajón que adquiere la campaña buscan en la originalidad de sus discursos un motivo para el gozo y el esparcimiento de los electores.
Análisis Estrella