Los populares han engrasado su maquinaria de propaganda para intentar paliar los efectos del «caso Bárcenas». Claro que me parece a mí que a estas alturas los ciudadanos ya no compran gato por liebre por mucho que las terminales mediáticas del PP intenten despistar y rebajar el escándalo.
Una de las consignas que transmiten con fervor los «ayudantes» mediáticos del PP es que el «caso Bárcenas» es exclusivamente el «caso Bárcenas», es decir que a nadie atañe excepto al extesorero del PP.
Pretenden que nos creamos que el tesorero no tenía que rendir cuentas a los principales responsables del PP
Pero es difícil de creer que el extesorero Luis Bárcenas estuviera al mando del timón del dinero durante veinte años sin que nadie controlara lo que hacía o dejaba de hacer. Es decir, pretenden que nos creamos que el tesorero no tenía que rendir cuentas a los principales responsables del PP, léase los varios secretarios generales y presidentes del partido.
Nos quieren hacer creer que Bárcenas era un «cuerpo extraño» que actuaba por su cuenta y que conocían de paso, y claro nadie se lo cree. En cuanto a la puesta en marcha de esas auditorias anunciadas por Mariano Rajoy solo cabe decir que aunque es difícil que arrojen ningún resultado esclarecedor porque si fuera verdad, como han publicado varios medios, de que Bárcenas se dedicaba a repartir sobres con sobresueldo, para demostrarlo hay libros de contabilidad B que tendrían que aparecer, o quienes recibieron esos sobres tienen que admitirlo o, sencillamente, Luis Bárcenas tendrá que demostrarlo si es que le conviene hacerlo. De manera que más allá de lo bien que en ocasiones quedan los brindis al sol, no hay que esperar demasiado de las auditorias encargadas por Rajoy.
Al PP, como a todos los partidos, les encantaría que los periodistas fueran propagandistas y, en realidad, siempre encuentran a alguien dispuesto a esa labor. Por eso resulta inaceptable que desde el PP se amenace a quienes se atreven a continuar apuntando que algo huele a podrido en el reino de Génova, 13. Primero fueron las amenazas directas a los compañeros del programa «El Gran debate» de Tele 5, luego han continuado los avisos para navegantes.
No hay que esperar demasiado de las auditorias encargadas por Rajoy
Hay medios que optan por sacar del foco el caso Bárcenas, otros por apenas dar información, pero otros muchos, afortunadamente, no dejan de cumplir con la obligación de informar.
Creo sinceramente que Mariano Rajoy es un hombre honrado que seguramente lo estará pasando rematada mente mal haciendo frente a un escándalo como el del caso Bárcenas. Y también creo que lo peor que puede hacer es intentar cerrar en falso el caso Bárcenas. Es mejor ponerse una vez colorado que mil amarillo, de manera que cuanto antes se conozca toda la verdad y se asuma, mejor para el PP. Intentar callar a los medios con amenazas o instando a sus amigos a la propaganda y a no informar de los hechos es un empeño tan trabajoso como inútil, y el esfuerzo inútil suele conducir a la melancolía. Pues eso.
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Julia Navarro