El PP amenaza con querellas a la prensa y Aznar afirma que materializará una de inmediato. Griñán dice que se va a querellar contra un diario madrileño y la cadena Telecinco recibe llamadas durante la emisión de sus programas con insinuaciones y amenazas de dirigentes del partido del gobierno.
Después de Bárcenas y los áticos, descubrimos que los amiguismos también cotizan. El PSOE se muestra encantado de la legalidad de sus contratos en la Fundación Ideas ignorando la desagradable sensación de podredumbre y nepotismo que hay en el comportamiento de los líderes actuales, una cuadrilla de indocumentados con familiares a su cargo.
El único condenado por el caso Gürtel es el juez Garzón
Pero la culpa la tendrá la prensa. Hasta hoy, el único condenado por el caso Gürtel es el juez Garzón, con independencia de la opinión que se tenga de él este ‘juez estrella’ sospechaba de intentos de ocultar y destruir pruebas y de connivencias, a través de sus conversaciones con los abogados, para utilizar a los letrados para algo más que su defensa. Como parece obvio, por otra parte.
El derecho procesal se impuso y los santos varones del caso se deshicieron del juez, con la ayuda de los abogados del partido que ahora dice, como no podía ser menos, que no conoce de nada a un señor con despacho, coche y secretaria. Los no les consta de los que habla nuestra redactora jefe en su columna son cada vez más prudentes, ya nadie pone manos sobre el fuego, pero, eso sí, amenazan a la prensa.
Ya nadie pone manos sobre el fuego
No hay posibilidad de mordaza. Debería saberlo el PP y debería saberlo el PSOE. No callarán a la prensa libre los sobresueldos ni el nepotismo, el despacho de Bárcenas en el PP o el del gasolinero Pepiño en el PSOE. No impondrán la ley del silencio bajo presión y el terror. Estamos en otra Era, y la libertad se impone. La prensa independiente de verdad no hace genuflexiones ante el poder ni parodias de entrevista con la lideresa oportunista que oculta la suciedad de su casa con la demagogia de sus discursos pueriles.
No nos callarán.
Editorial Estrella