Cuando todo el mundo habla de corrupción, como si toda España fuese un estercolero, con una falta absoluta de consideración a los políticos honrados y una muestra de irresponsabilidad porque, por ahora, se habla de oídas y sin respetar la base de la democracia que no es otra cosa que la presunción de inocencia.
Ya hay gente como los comunistas meloneros de IU que vuelven a mostrar su cara sexista y burda
Cuando ya hay gente como los comunistas meloneros de IU que vuelven a mostrar su cara sexista y burda, algo imperdonable si alguien de la derecha hubiera, calificando a una mujer como lo ha hecho ese impresentable personaje de IU.
Y cuando Aznar, cansado de tanta mentira, ha demandado ya a El País, se está produciendo en España un movimiento político de gran calado y que, aunque no queda bonito auto citarse, yo llevo anunciando hace varias semanas…
Porque yo aquí, y no sólo en una columna, he hablado del papel de Duran i Lleida en la locura catalana de CiU. Una locura que se puede parar de muchas maneras. Con la Constitución o con el Tribunal Constitucional e, incluso, con el propio Ejercito como manda la ley. Pero que también se puede parar con una maniobra política. Y es esto estamos.
Hace unas semanas dije que Mas tenía ya fecha de caducidad porque se había producido un hecho más importante de lo que podía parecer… Y el hecho era que UDC (el partido de Duran i Lleida) y cuatro acusados en una trama de presunta financiación irregular del partido en los años noventa, habían llegado a un acuerdo con el Ministerio Fiscal para devolver conjuntamente los 388.483 euros defraudados y así evitar el juicio. Y que ese acuerdo tenía muchos matices… Nadie me hizo caso.
Mas tenía ya fecha de caducidad
Yo lo decía porque este pacto CiU-ERC iba contra el pensamiento político de Duran i Lleida, que se ha cansado de repetir que sólo aceptaría ese referéndum si fuese legal. Y la consulta que propone Convergencia y la Esquerra es ilegal. Y que estas eran las cuentas: el Partido de Duran i Lleida tiene 13 diputados en la coalición, con lo que, si se retirase de la coalición, Mas se quedaría en 37 diputados y la suma con ERC daría sólo 58. Le faltarían 10 para la mayoría absoluta y no podría llevar a cabo el dislate.
De tal manera que el pacto alcanzado entre el Ministerio Fiscal y UDC tenía muchos matices.
Ayer se supo que Unió tilda de «sectaria» a Convergencia y le reta a replantearse su alianza, cosa que ha hecho que a Mas se le paralice la sangre.
¿Qué va a pasar? No lo sé. Pero lo mismo, junto al pacto judicial también había un viejo pacto político irrealizable hasta ahora. La unión de UDC- PP en Cataluña, al estilo UPN-PP en navarra o aquel UV-PP en Valencia. ¿Quién sabe?
Porque lo cierto es que la política es la ciencia de hacer posible lo imposible.
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La sonrisa de la avispa