Desde el partido de vuelta de Copa del Rey en el Camp Nou veo todos los partidos que el Real Madrid juega fuera de casa sin voz en la televisión, los de casa por fortuna para mí, acudo al Estadio Santiago Bernabéu. La cuestión es que no se si ya lo hago por pura superstición o simplemente porque es un placer ver un partido de fútbol sin que te estén taladrando la cabeza con eso de que están jugando bien o mal, que si menuda parada o que si esa entrada ha sido penalti, como si el que está viéndolo no se diera cuenta, pero lo que tengo claro es que desde que veo los partidos en un total y absoluto silencio, el Real Madrid juega mejor, y lo que es más importante gana los partidos, con lo que me hace disfrutar como madridista. Viendo el partido de ayer en Balaídos me acordé muchísimo del insufrible espectáculo de Pamplona y de la bochornosa derrota en Granada, y lo hice durante la primera parte en la que el Real Madrid no marcó ningún gol, a pesar de todas las ocasiones que tuvo. Y recordé esos dos partidos, porque con esos cinco puntos el Real Madrid estaría con opciones de ganar esta liga, ya que siendo sinceros y no porque mi fanatismo madridista me ciegue, el Barcelona actualmente genera muchísimas dudas.
Recordé esos dos partidos, porque con esos cinco puntos el Real Madrid estaría con opciones de ganar esta liga
Hablando del partido de Balaídos, a pesar de lo corto del marcador 1-2, el Real Madrid fue superior al Celta de Abel, aquel que dejó tirado a su segundo entrenador. Cristiano, in Cris we trust, anotó otros dos goles y van 138 en la Liga Española, que se le haya puesto en duda por parte de aficionados e incluso por parte de la prensa es para que algunos se lo hagan mirar. Más allá del resultado, los tres puntos, y el trámite cumplido, me quedo con dos cosas. La primera es que Marcelo va a ser un jugador muy importante en lo que queda de temporada, ya lo era antes de lesionarse, pero creo que ahora que llegan los momentos donde se deciden los títulos, el brasileño puede abrir esas defensas que se cierran. En Vigo, hasta que se quedó sin gasolina me gustó, y espero que no tarde mucho en coger la forma al 100%. La segunda es que el Real Madrid no puede sufrir, como sufrió en Old Trafford, y como sufrió en Balaídos en los momentos finales. Ya van dos partidos terminando de la misma forma, y alguna vez los dioses no van a estar de tu parte. Capítulo aparte merecen, Higuaín y Benzema. El primero nunca ha sido santo de mi devoción, falla demasiados goles como para ser el delantero centro del Real Madrid, y técnicamente no es un portento, eso sí, casi siempre lucha y por eso a gran parte del Santiago Bernabéu le gusta, y el segundo que lo tiene todo para ser un gran delantero parece que está mentalmente fuera del Real Madrid, y ahí puede estar a final de campaña si no recupera esa chispa que parece haber perdido. Si el Real Madrid quiere ganar la décima Copa de Europa deben de recuperar su mejor nivel. El dato curioso es que el Real Madrid, a pesar de llevar meses tirando la Liga es el equipo que mejor números tiene en el año 2013, ocho victorias, un empate y una derrota.
No quería dejar pasar la ocasión de opinar sobre la final de la Copa del Rey, que se jugará finalmente el viernes 17 de mayo en el Estadio Santiago Bernabéu. A todo madridista nos hubiera encantado ponerle en una disyuntiva nada agradable al Barcelona, o mejor dicho a esta directiva barcelonista, que se dedicó con el Sr Freixa a la cabeza a dar la matraca con querer jugar la final del año pasado en el Santiago Bernabéu, y solicitar la final en el Camp Nou para fastidiar más que por otra razón, pero al fin y al cabo la decisión tomada por el Real Madrid de no hacerlo y ceder el Santiago Bernabéu creo que ha sido una decisión más que acertada, ya que se jugará en el campo con más capacidad que hay en la ciudad de Madrid. Por otro lado, espero que los directivos del Atlético de Madrid se acuerden de esto, cuando el Real Madrid se interese por algún jugador de su equipo, porque quien más ha cedido en este asunto ha sido sin duda el Real Madrid jugando la final en su campo, con lo que eso conlleva de presión, que se lo digan al Bayern de Munich el año pasado. Caso aparte es el morro que tiene la Federación Española de Fútbol de agenciarse 24000 entradas, cuando gran parte de esas entradas podrían ir directamente a las dos aficiones. Afortunadamente, la final de Copa del Rey este año será lo que ha sido siempre, un espectáculo deportivo y no un acto de reivindicación política como ha sucedido en años anteriores. Y espero estar allí para disfrutar de la final, y si no lo veré en silencio.
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Israel Julián