Lo que es realmente grave del problema de Portugal es que demuestra que la política económica de “eso” que llamamos la troika es errónea, errática y obviamente “conveniente”.
Ni uno solo de los países “rescatados” está funcionando. Europa va cada vez peor, porque las medidas impulsadas desde Bruselas, está claro, que no sirven. Y quizás nosotros estemos aun “vivos” porque no hemos sido rescatados, aunque no se por cuánto tiempo.
Las medidas impulsadas desde Bruselas están fuera de lugar, generan gravísimos problemas a los países rescatados
Lo que percibimos los ciudadanos y las ciudadanas de a pie que poco sabemos de economía, y que muchas veces nos perdemos entre tanto marasmo de términos económicos, es algo que ningún gurú vestido de hombre de negro puede maquillar, y es que las medidas impulsadas desde Bruselas están fuera de lugar, generan gravísimos problemas a los países rescatados, y rozan la ilegalidad.
Esa obsesión por la drástica reducción del gasto y la minimización del sector público, haciendo tabla rasa para todos, sin tener en cuenta las circunstancias que concurren en cada país, no parece que surta ningún efecto, es más genera dinámicas peligrosas en cuanto a paz social en los países rescatados. A esto hay que añadir, los recortes en protección social, que están afectando los ciudadanos, y la escasa iniciativa en cuanto a fomento del empleo se refiere. El resultado, que para eso no hay que estudiar economía en Harvard, es un crecimiento de la pobreza, un incremento de la exclusión social, y una mayor dimensión de la brecha social, donde los pobres son cada vez más pobres, y los ricos son cada vez más ricos, pero estos, ni siquiera están contentos con su suerte, pues los dardos de la amargura de los desposeídos van contra ellos, como no podría ser de otra manera.
La política de “presión” que mantiene la troika es demoledora en los sistemas económicos – a los hechos me remito-, haciendo vivir a los gobiernos de los “rescatados” situaciones verdaderamente terribles, como es el caso de Portugal, que tenemos ahora encima de la mesa; y a los que pueden estar al borde del rescate, o rozándolo peligrosamente, como es el caso de Italia y España, a una tensión, en un estrés gubernamental, que hace muy difícil la tarea de marcar una línea de recuperación, y donde los “bandazos” y “vaivenes” económicos de los que gobiernan, hacen que el ciudadano se sienta verdaderamente desconcertado y desorientado, cosa que ayuda muy poco a la inversión y a la creación de empresa y de negocio. El punto es tan álgido en estos momentos, que desde Bruselas se permiten la licencia de poner en tela de juicio la decisión de un Tribunal Constitucional, como es el caso de Portugal.
El proyecto del euro, de la moneda única está más que entredicho
El proyecto del euro, de la moneda única está más que entredicho. Todos los grandes bancos de nuestro país han hecho simulaciones para ver qué sucedería ante una posible salida, y desde luego los servicios de estudios de los bancos, no hacen trabajo en balde o para entretenerse. Para ellos la posibilidad sigue estando entre sus previsiones, y deben estar preparados. Una posibilidad, que de momento sigue en el cajón pero que apoya sus visos de realidad, en un principio tremendamente sencillo, las deudas que no se pueden pagar no se pagan, algo que la troika no quiere o no le conviene ver. Aunque tal vez deberíamos preguntarnos de una vez quién demonios es la troika y qué legitimidad tiene para supervisar, claro que para que eso suceda habría que cambiar de escenario, el que tenemos es el de la asunción de una entelequia anti democrática donde los euros y los votos se confunden, y desde luego no es lo mismo. ¿O sí?
Marta Pastor – Estrella Digital
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