Alguien le ha recordado a Cospedal si conoce la historia del nazismo y del fascismo, a la vista de sus disparatadas comparaciones a propósito de los escraches famosos. Vi a un judío en televisión sorprendido e indignado con la secretaria general del PP, supongo que recordando la terrible persecución sufrida por su pueblo de manos del hitlerismo, que culminaría con la tortura y asesinato de seis millones de personas de esa etnia. Los políticos del PP y los comunicadores del TDT Party que barbarizan tanto estos días tampoco se han leído las encuestas, al menos los datos más sobresalientes de las mismas, que arrojan la sana realidad de que la inmensa mayoría de los españoles están de acuerdo con esa expresión pacífica de su indignación contra los violentos -esos sí- atropellos relacionados con los desahucios, con las preferentes o con cualquier otra manifestación de barbarie objetiva, que a veces hasta puede ser legal, como tantas bestialidades han sido y son legales en la historia patria y de la humanidad. Las leyes perversas hay que cambiarlas, no cumplirlas.
Los políticos del PP y los comunicadores del TDT Party que barbarizan tanto estos días tampoco se han leído las encuestas
La señora Cospedal disfruta con sus frecuentes provocaciones, a sabiendas de que lo son, como dejó claro el otro día cuando dijo de antemano que lo que decía iba a levantar ampollas. Pero es que esta señora se ha reafirmado en sus disparates, lejos de pedir perdón o atribuirlo a una ofuscación del momento. Lo raro es que un hombre civilizado y culto como Rajoy le permita semejantes extralimitaciones. La secretaria general le hace un horrible servicio a su partido, al que da, junto con otros ínclitos dirigentes, un tinte entre siniestro, desvergonzado y maligno, lo que es muy grave al tratarse del partido gobernante en España. No sé si se dan cuenta del significado del hundimiento en todos los sondeos, especialmente en las previsiones electorales. No creo que deban consolarse porque al PSOE tampoco le va muy bien, porque en las anteriores generales los socialistas quedaban quince puntos por debajo del PP y ahora están casi técnicamente empatados, sin llegar entre los dos al 50% del voto esperado.
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Pedro Calvo Hernando