Austeridad y buen hacer. Éste es el paradigma que Elvira Rodríguez ha impuesto desde su llegada a la presidencia de la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
La actuación de la CNMV con Elvira Rodríguez a la cabeza es un claro ejemplo del buen trabajo
El caso Pescanova no ha achantado a la expresidenta de la Asamblea de Madrid pese a las buenas relaciones entre el holding de pesca congelada con el PP gallego. Y éste es un ejemplo de una más que correcta actuación tras las presuntas irregularidades y mala gestión por parte del presidente de Pescanova Manuel Fernández de Sousa-Faro, que han abocado a la empresa (recordemos que tiene presencia en los tres continentes y que hasta hace poco estaba en la lista de las 10 empresas más importantes del mundo de su sector) a poseer una deuda que podría alcanzar los 3.000 millones de euros.
La afinidad con el PP de Galicia a lo largo de la trayectoria del holding fundado en Vigo en los años 60 no ha frenado a la CNMV para abrir la investigación pertinente y su consecuente suspensión en Bolsa, tras las numerosas incógnitas surgidas de su situación económica.
En la misión de la CNMV quedará también el objetivo de esclarecer la actuación de Fernández de Sousa-Faro y su posible ‘abuso de poder’, quien la venta de sus acciones le han embolsado presumiblemente unos 32 millones de euros, tan solo aproximadamente tres meses antes de someter a Pescanova a concurso de acreedores.
Insisto, que visto lo visto en otros estamentos, la actuación de la CNMV con Elvira Rodríguez a la cabeza es un claro ejemplo del buen trabajo y del saber separar los intereses políticos, con el fin de averiguar la situación real del buque insignia de pesca congelada de Galicia.
Patricia Vico – en Twitter @pativico– Estrella Digital
Patricia Vico