Seguramente sería bueno para todos que se produjeran pactos políticos y económicos que aligeraran la tensión que vivimos, pero la realidad nos hace sospechar que detrás de los acuerdos ‘macro’ siempre hay acuerdos ‘micro’ que afectan a asuntos que comprometen por igual a las dos grandes – y a los nacionalistas catalanes – fuerzas políticas de referencia institucional. Nos referimos al controvertido asunto de la corrupción.
Pactos sí, pero sabiendo la verdadera dimensión del problema y reconociendo la necesidad de que el dialogo no tape las porquerías de cada casa
Debería haber una estrategia nacional por el empleo y para ello deberías asumirse la necesidad de imprimir cambios en el mercado de trabajo. Pero estos cambios, tal y como ha sucedido hasta ahora, no solo deben contemplarse atendiendo las reclamaciones de una CEOE igualmente afectada por los desastres del abuso, tal y como hemos denunciado desde ESTRELLA DIGITAL.
Pero lo más importante sería conseguir una voz propia ante la Unión Europea que marcara la línea del futuro por una senda de crecimiento, y no postergando la recuperación a los objetivos de déficit tan poco estimulantes de la economía a corto plazo.
Necesitamos una economía productiva más ágil, necesitamos un respiro financiero y necesitamos un marco de competitividad que no se condicione hasta el absurdo por la política fiscal. Tal y como parece que quieren insistentemente mantener los funcionarios europeos a ‘las ordenes de Merkel’.
Pactos sí, pero sabiendo la verdadera dimensión del problema y reconociendo la necesidad de que el dialogo no tape las porquerías de cada casa. Lo contrario sería un marco de punto final inadmisible.
Editorial Estrella