viernes, noviembre 22, 2024
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La «mal follada»

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Uno sabía que entre hienas uno está expuesto a que cualquiera de ellas te hiera. Lo que desconocía es que hasta una hormiga que contemple de espectadora la jauría puede saltar también a tu cuello. Ver en 'Sálvame deluxe' a los colaboradores del programa poniendo a caldo a un invitado es algo que ya no sorprende a nadie. Contemplar cómo hasta el público puede meterse con el mismo y no sólo no es reprendido por ello sino que incluso se le jalea por su gesta, es algo que sólo puede pasar en un programa como ese. 

La víctima, si puede llamarse como tal a una Oriana Marzoli que ha hecho méritos más que suficientes como para que toda España pudiera lapidarla en una plaza pública, no sólo volvió a casita tras hacer un nuevo ridículo, aunque con su cuenta corriente con más dinero que el que tenía al llegar, sino que hasta fue vilipendiada por una mujer del público, que la llamó «cochina» y «mal follada». 

¿El motivo? Como es sabido eso es lo de menos en este programa, pero, por si a alguien le interesa, que el polígrafo había determinado con anterioridad que la chica le había sido infiel a su novio Tony, el chaval que está pasando hambre en la isla de 'Supervivientes' tras el patético abandono de ella (ya saben, por no soportar el coco y se le estaban estropeando sus uñas). 

Oriana respondió iniciando el típico llanto con el que este personal quiere dar pena y termina dando asco. Quizás sea, entre otras cosas, porque la espectadora tenía parte de razón, ya que según Adrián, exconcursante de 'Gran Hermano 14' (Dios los cría y ellos se juntan), «si no nos acostamos cuando ella vino a mi hotel fue porque le dolían los pechos porque los tenía recién operadas». Comprensible. ¿A quién no le duelen los pechos en una situación así?

El chaval, modesto como pocos, aseguró además que «Oriana primero se sentía muy mal por engañar a Tony, pero luego me dijo que yo era su perdición». Pues claro que sí, cómo no va a serlo un chico tan culto, refinado y, sobre todo, con tantos «atributos».

El polígrafo, ese aparato que no sirve para nada excepto para llevarse unos euros extras a todos los que se someten a él, hizo el resto. Primero confirmó que lo de sus besos con Adrián no eran un montaje, que éste no se había abalanzado sobre ella para besarla contra su voluntad, como mantenía ella, y hasta que no estaba enamorada ni de éste ni de Tony. Vamos, que lo único de lo que está enamorada es del dinero, el que se está sacando de plató en plató desde que abandonó la isla. 

Al igual que a las cadenas les sale muchas veces barato pagar multas por saltarse la ley, a Oriana le ha salido redonda su tocata y fuga, porque con lo que está sacando con sus «filosóficas» palabras ya ha amortizado varias veces lo que tuvo que pagar de indemnización a la productora. Claro que aquí están sacando sus euros hasta los padres de Tony, que dos días antes habían negado la afirmación de Tamara Gorro de que su hijo era un cornudo.

Si llega a estar la espectadora esa a la que preguntó Jorge Javier a estas horas el matrimonio, como buenos italianos que son, habrían impedido que ésta insultara dos días después a Oriana, por mucho que ellos piensen lo mismo. Ya saben, «que parezca un accidente». 

La mosca

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