lunes, noviembre 25, 2024
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Llamada al juez Elpidio

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Difícil colar unas líneas de información política cuando el país vive el resacón futbolero, con dos equipos españoles, los dos equipos rivales madrileños, en la final europea. Martes y miércoles de infarto y final que hará historia. ¿Con quién estará el Rey? Cuenta la leyenda que D. Juan Carlos es del Real Madrid y el Príncipe del Atlético para compensar. Pero no es exactamente así: uno y otro están con el equipo español cuando pelea con un equipo extranjero. Y si se enfrentan dos españoles … pues disimulan todo lo que pueden. Al Rey se le nota que vibra más con el más débil. 

Difícil colar unas líneas con enjundia política, pero el “en mi puta vida” de la vice merece al menos un comentario. A Soraya Sáenz de Santamaría, pasado el primer momento de indignación, lógica indignación, se la notaba más triste que rabiosa. Nadie duda de su vocación de servicio, de su convicción de que debía dedicarse de lleno a la cosa pública, a intentar que este país saga adelante; en eso ha trabajo a destajo desde la oposición primero y, después, desde el gobierno. 

No lo ha hecho por un salario, como tantos otros, ser abogado del Estado casada con un abogado del Estado le garantiza una estabilidad  económica que para sí quisieran muchos. Y que le echen en cara cobrar  en “negro” 600 mil euros, nada menos que cien millones de pesetas –para quienes hagan las cuentan según el plan antiguo- le parece inadmisible. No todo vale en política, y menos todavía cuando se lanzan acusaciones, sin pruebas, amparándose en la inmunidad parlamentaria.

Encima está la cosa enredada en el PP por culpa de un jarrón chino, que es como González y Pujol definieron a los ex presidentes: de muchísimo valor pero que nadie sabe dónde colocar. El PSOE ha colocado a los suyos en la campaña electoral, González y ZP apoyarán a Valenciano y al resto de los que van en su lista. Aznar en cambio anda así así con la dirección del partido y con Mariano Rajoy, no se siente suficientemente querido y encima tampoco siente que quieran mucho a su mujer, aunque Gallardón, después de poner en duda con periodistas varios que sea la mejor candidata, bien que convocó una rueda de prensa con Botella al lado para expresarle su apoyo “incondicional” cuando alguien contó que el ministro de Justicia andaba diciendo que con Botella no se mantenía la alcaldía. 

Pero estábamos con que Aznar no se siente excesivamente querido y que Floriano, responsable de la campaña del PP, no anduvo muy diligente a la hora de llamar a Zarzalejos, el hombre de confianza de Aznar y conocedor de su agenda, para proponerle que participara en la campaña. Desencuentros y piques provocaron que Aznar dijera que no tenía un día libre. Finalmente el afecto que une al ex presidente y a Miguel Arias Cañete se impuso a los desencuentros en las otras alturas, y Aznar apoyará públicamente al ex ministro de Agricultura en el foro de ABC. Solución salomónica además de inteligente.

Y capítulo Elpidio, ojalá sea el último. El juez Elpidio, al que en puridad habría que llamar el juez Silva, pero llamándose Elpidio es lógico que sea conocido popularmente por su nombre de pila. Bueno, pues el susodicho juez vende firma y presencia para conseguir fondos para su campaña europea. Un colega periodista llamó al partido -o lo que sea, porque parece que RED es poco más que el juez y su jefa de prensa- para pedir que le pusieran en la lista de las personas que quería almorzar con el candidato, ya que según había leído podía hacerlo previo pago de 300 euros. Y la respuesta fue que eligiera fecha, pues hasta el momento no había llamado nadie. 

¿Será que este país ha recuperado el sentido común y diferencia a los que se toman la política en serio de los que se la toman para medrar o tener protagonismo, que para desgracia con demasiados? Y si sumamos los que buscan inmunidad…

Pilar Cernuda

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