Siempre ha estado muy buena. Inalcanzable, pero jugosa. Desde el día que tuve conocimiento de su existencia soñaba y esperaba que algún día viniera a mí. Pero nada, ella, “la prima” que todos debiéramos tener… nunca llega a las manos de uno y sí a las garras de los demás.
Generosa y maleable, voluble y caprichosa “su” prima, esté tranquilo, nunca ha llegado a mis manos. Y mira que era y es cancamusa. En su momento hubiera dado todo por tocarla, por meter la mano, por hacer que me alegrara un momento el cuerpo presente y un mucho el tiempo por llegar. Pero nada.
Si hubiera sido el afortunado de “su” tocamiento puede que me diera por bailar, como hicieron los chicos del Levante tras su victoria ante los atléticos de Simeone; o vibraría y saltaría igual que los getafeños tras su empate en Barcelona; o quizá me enfadaría al mejor estilo jugadores valencianos cuando Ronaldo marcó el empate con ese majestuoso gol de tacón, espuela o con el calcañar. ¡Vaya usted a saber! Pero nada, sigo esperando a que esa prima tan buena me toque.
Y es que el fin de semana ha dado para pensar en maletines llenos de “primas”. Entiéndase Getafe, Levante y vistos resultados de horas anteriores, Valencia. Aquí y ahora cualquiera puede tener ya los millones de “la prima” fuera de los sabuesos de Montoro. Pero todos lo niegan, pero todos se mataron sobre el verde como si en ello les fuera la vida. Ya saben lo que dijo el novelista “made in USA” Tennessee Williams: “Debemos desconfiar unos de otros. Es nuestra única defensa contra la traición”. Pues eso. Desconfío.
Queda esperar, pero casi me vuelvo loco. He pasado un fin de semana de números. Que si el Barça gana si no pierde; que si el Atlético lo logra por diferencia de goles; que si el Madrid tiene que ganar todo, pero que no lo hagan los del Calderón; que si Tata no se va si suma los seis puntos y los blancos suman cuatro… Y así todos los periodistas, más ciudadanos y futboleros, sumando y restando, equivocándose y cruzando adivinanzas. Todos dedicándonos a hablar de lo que puede acontecer dentro de esta locura de final de liga que nos ha tocado vivir.
Yo lo pongo más fácil. Parné para Málaga, guita para Vigo y pasta para Elche. Ya está. Unos ofreciendo a “la prima” y otros esperando que esta sea bastante rolliza. ¡Y que gane el mejor!
Total, nuestro campeonato tiene un final lo más parecido a la PRIMA BETTE, de Honoré de Balzac, donde las temáticas de vicio, virtud (poca, eso sí) y la influencia del dinero hacen las delicias de semejante parienta. Con un detalle, en la película que se hizo de la novela de Balzac, el papel de la prima Bette lo interpreta la actriz Jessica Lange. ¿Se imaginan ustedes a Florentino, Cerezo o Bartomeu, en el lugar de esta mujer, actuando en plena liga española?
Cierren los ojos, por favor. Piensen…
JA Ovies