¡Vaya hombre! Ahora sí. Ahora salen los políticos por todos lados. Sólo hay políticos. En la televisión, en pancartas, en mítines, en la radio, en los periódicos y desde luego, en Twiter. Todos se llenan ahora de humanidad. Esa, que no han tenido durante cuatro años. Pero ahora hay elecciones.
Pueden llegar a decir jaculatorias tan peregrinas como que los parados deben confiar en ellos, sí, en ellos, en los políticos porque ellos les van a arreglar su situación.
Hay elecciones y es ahora, cuando los políticos van a arreglar los problemas
Son palabras de una profunda perversión porque, con seis millones de parados -y la cifra no ha hecho más que crecer- no se han acordado de ellos. Sin embargo, ahora hay elecciones y es ahora, cuando van a arreglar los problemas. ¡Qué casualidad!.
¿Pero qué se puede esperar de la otra parte? Dicen que van a recuperar lo perdido; que España y Europa pueden ser más sociales y arrogan a los desfavorecidos. Sólo me pregunto porque no lo hicieron cuando estaban en el poder.
¿Por qué ahora hay que creerles cuando durante años el paro no ha hecho mas que crecer? ¿Por qué con las “medidas sociales” llegamos a tener casi cinco millones de desempleados? ¿Por qué recortan partidas para niños autistas, personas dependientes y un largo etcétera y, sin embargo, gastan cantidades ingentes en enseñarnos las mismas caras que ya conocemos?
El político en tiempo electoral es como Doctor Jekyll y Mr. Hyde. Es bipolar
Ahora todos salen, caminan por la calle, son simpáticos, saludan, visitan mercados, compran pescado -claro, barato- estrechan la mano, abrazan hasta el aburrimiento. Porque el político en tiempo electoral es como el Doctor Jekyll y Mr. Hyde. Es bipolar. Tiene hasta el don de la ubicuidad, pueden estar casi en dos sitios simultáneamente. No hay mas que ver los miles de kilómetros que recorrerán sin aliento, durante los días de la campaña.
En las pancartas todos aparecen joviales, desdeñando las arrugas que sólo pueden estar en el espíritu pero no en la frente. Hay que dar una imagen de conexión con la juventud, con los mayores, con los adultos.
Y cada vez vemos situaciones auténticamente dispares. Como nunca dejarán el poder ya hay atisbos de posible acuerdos del Partido Popular y el Partido Socialista. Así lo ha dejado caer Felipe González o el Ministro de Exteriores, García Margallo cuando se lo confesó a Rosa Diez.
Ahora quieren mucho a la opinión pública. Después del Domingo 25, las aguas volverán a su cauce. A pesar de que sólo el 40 por ciento del electorado votará, ya estarán en sus escaños europeos. Pero en fin, ya estamos acostumbrados. Se ha convertido en algo normal.
Alberto Peláez