sábado, noviembre 23, 2024
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La isla de los analfabetos

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Prefiero que todos salgan desnudos, hasta Chiqui, antes que otra demostración de analfabetismo como la de la capital de Estados Unidos. Por muy desagradable que sea ver a la «hobbit» en pelotas (más de uno tuvo que ser ingresado cuando salió de esa guisa en una revista), mejor eso que seguir demostrando a los más jóvenes que la cultura es algo que no necesitan para triunfar en la vida. 

Para muchos de ellos, triunfar en este mundo equivale a salir en televisión y no tener que se «mileuristas», ni «ochocientista» o «quinientista» (cada vez hay más representantes de estas dos nuevas modalidades), y si gente que no tiene la más mínima cultura puede lograrlo, para qué hacer caso a los maestros o a sus padres.

Eso es lo que está demostrando 'Supervivientes', que gente que empeñó el cerebro hace mucho, si es que alguna vez lo tuvo, puede hacer carrera en televisión, y por ende puede ganarse no sólo las habichuelas sino hasta la merluza o el solomillo sin tener que cavar zanjas o jugarse la vida en una mina o un andamio. 

Hasta ahora habíamos visto el «nivel» de esta edición con gente como Orianna, la que se volvió a los dos días porque se la iban a estropear las uñas y porque no le gustaba el coco, o su novio Tony, que mataría a todos los feos del mundo, o la negrita Carolina, que no puede decir más tacos en una frase, o… para abreviar, casi a cualquiera de los participantes. 

Lo que hemos visto esta semana ya les ha dejado a otros tres señalados como «analfabetos» de por vida. Si al principio decíamos que para concursar en una isla había por lo menos que saber nadar, ahora habría que ampliar esa afirmación indicando que además hay que tener un mínimo de cultura, para no demostrar que su coeficiente intelectual está al nivel de los cabestros de los encierros sanfermineros. 

Empezaron con preguntas tan complicadas como «¿Qué estrella hay que buscar cuando buscas el Norte?», que por supuesto no supieron, siguieron con otra casi imposible como «¿cuántos años tiene un lustro?», que sirvió para poner en duda que Nacho Montes es periodista (¿puede alguien que tiene una carrera decir que un lustro son 100 años?), y terminó con la «madre de todas las preguntas», con una sobre la capital de un país.

No, no les preguntaron por la capital de un país báltico, ni uno africano, ni asiático, ni incluso de una galaxia muy, muy lejana. No, era sólo saber la capital de Estados Unidos, algo que cuando menos con haber ido alguna vez al cine deberían saber. Incluso damos por «cultos» a los tres que no supieron escribir correctamente Washington (la «mejor» fue Rosa Benisto con su 'Wasinto').

Al chino Jong Li que le juzguen en su país, si es que alguna vez le vuelven a dejar entrar después de haber respondido que Nueva York. Al guaperas de Abraham García que le pongan nota los «nostálgicos» de 'Gandía Shore' o los que vayan a ver sus actuaciones de DJ, por responder igual que el chino. Pero a Chiqui… ¡que la dejen en la isla!

Primero, quizás porque es admiradora de Julio Iglesias o porque era seguidora de la serie 'Corrupción en Miami', respondió que la capital de Estados Unidos era Miami. Después, quizás porque la burrada no era de suficiente magnitud para ella, borró en la pizarra ese nombre y puso… ¡Inglaterra!. Con dos… Y se quedó tan ancha, respondiendo con la boca llena a Jorge Javier mientras en el plató del programa se reían de ella, que no con ella.

¿De verdad que hay que traerla otra vez a España cuando finalice el programa? ¿Pero es que nadie se da cuenta del mal ejemplo que esa mujer supone para nuestros jóvenes? Que la dejen allí, con víveres para toda una vida, e incluso que la lleven a su marido, si es que este quiere realmente ir, pero que por favor no la tengamos que ver más. Y, sobre todo, que no la tengamos que volver a escuchar. 

La mosca

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