Los resultados de las elecciones europeas en España de este domingo han deparado tantas sorpresas que ninguna de las tantas y tantas encuestas publicadas en los medios de comunicación de nuestro país fueron capaces de detectar.
El único dato que todas esas encuestas coincidían era la victoria en dichos comicios del Partido Popular, y eso se ha producido, el PP pierde escaños y gana las elecciones, mientras el PSOE pierde también escaños y pierde las elecciones conllevando a un terremoto interno en el seno socialista que ha derivado en un congreso nacional a celebrar en los próximos meses y con el abandono de Rubalcaba al frente de la secretaría general de los socialistas españoles.
Pero pocas veces una victoria popular ha sido tan débilmente celebrada, sin casi celebraciones ni en los aledaños de Génova ni en las distintas sedes populares a lo largo y ancho de España, debido al descenso agudo de escaños y el panorama de avance de la extrema izquierda y los nacionalistas independentistas en este país.
Casi ninguna de esas encuestas preveían un ascenso de grupos inexistentes en las instituciones hasta ahora como Podemos, su resultado machaca a los socialistas y dejan perplejos a los analistas y a muchos ciudadanos viendo como un partido recién creado al albur del 15-M y entre sus consignas rodear al Congreso y a sus representantes políticos tenga un éxito electoral espectacular.
Son millones de españoles los votantes del partido de Rajoy defraudados por diversas medidas impopulares
Añadido al auge de los más extremistas nacionalistas independentistas en Cataluña y en el País Vasco, siendo Esquerra Republicana la fuerza más votada en Cataluña, y Bildu en Euskadi consiguiendo el triunfo en Álava y en Guipúzcoa, vociferando todos ellos que enviarán sus discursos secesionistas a los parlamentos de Bruselas y Estrasburgo con el objetivo de romper y destruir la unidad de España.
En el Partido Popular nos hemos entregado y centrado toda la campaña en intentar explicar a los ciudadanos españoles lo que significa Europa y lo que conlleva la importancia de tener una delegación fuerte en el Parlamento Europeo, ya que como es sabido más del ochenta por ciento de las directivas, resoluciones e informes que se aprueban en Bruselas nos afectan directamente a nuestra vida cotidiana y a nuestras rutinas.
Los ciudadanos de este país dieron esa victoria al Partido Popular en las elecciones europeas porque muchos han comprendido que debían de seguir dando un voto de confianza a ese partido que ha colocado ya a España en la senda de la recuperación económica, sacándola del hundimiento económico donde la habían colocado los socialistas, ya que la mayoría de los ciudadanos comienzan a percibir lo que dicen las agencias de valoración económica donde hemos pasado del muy deficiente en tiempos de gobiernos de izquierda a rozar el notable en estos momentos, y sobre todo por ver que se ha enderezado una nave por la que nadie apostaba en Europa y donde hoy día ya a nadie se le pasa por la cabeza que la economía española pudiese ser intervenida.
Solamente el peso del PP Europeo buscando alianzas con las grandes familias políticas europeas deberán frenar el avance peligroso de esos extremismos
Pero a la vez hay que reconocer al mismo tiempo el desapego y voto de castigo de muchos de esos votantes populares en elecciones anteriores, sobre todo refugiándose en la abstención, y que son millones de españoles votantes del partido de Rajoy defraudados por diversas medidas impopulares o por incumplimientos de programa.
De todas formas, la victoria del Partido Popular en España y en Europa deben servir entre otras cosas para centrar el Parlamento Europeo, y allanar el camino hacia una Europa más unida, más solidaria, más justa y con menos subsidiariedad.
Especialmente en unos momentos donde el auge de los euroescépticos, eurófobos y extremistas de derecha y de izquierda a lo largo y ancho del viejo continente, como hemos podido comprobar con los resultados escrutados, intentarán dinamitar desde dentro las propias instituciones europeas, y solamente el peso del Partido Popular Europeo buscando alianzas con las grandes familias políticas europeas deberán frenar el avance peligroso de esos extremismos y discursos antieuropeos.
Carlos Iturgaiz