lunes, noviembre 25, 2024
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El PSOE y Susana

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Rubalcaba ha hecho lo correcto al dimitir y convocar un Congreso extraordinario para renovar la ejecutiva del PSOE tras comprobar, una segunda vez electoralmente, que con su liderazgo los socialistas no se recuperaban. Por otra parte, quien consiga en julio la Secretaría General podría tener mucho adelantado para ganar después las primarias para designar la candidatura socialista para las elecciones generales de 2015.

Rubalcaba ha dimitido y lo prioritario es sustituirle

Se podría haber empezado por las primarias y hay quienes argumentan al respecto, pero la realidad es que Rubalcaba ha dimitido y lo prioritario es sustituirle, lo que no debe de ser un pretexto para olvidarle. Demasiada experiencia e inteligencia política acumula como para jubilarle para siempre. En las circunstancias actuales parece difícil, asimismo, poder disociar la candidatura a la Secretaria General del partido de la candidatura, más adelante, a la Presidencia del Gobierno, razón por la que es aún más difícil imaginar que a la Secretaría General se presenten otros que no hayan sonado ya para encabezar las listas electorales socialistas en 2015.

Lo primero es, pues, elegir al nuevo Secretario General del PSOE. Desde esta perspectiva ha ido cobrando fuerza especial Susana Díaz. Joven, con experiencia interna en la maquinaria del partido, curtida en Andalucía y considerada una “ganadora”, ha conseguido inculcar de nuevo vitalidad y éxito al PSOE andaluz en detrimento del PP y de IU. Es la auténtica novedad politica. Todo esto puede hacer de ella una candidata imparable a la Secretaria General. Antes de que Rubalcaba dimitiera se consideraba que su opinión sería importante para inclinar la balanza en la primarias. Ahora las cosas han cambiado y tanto han cambiado que muy bien podría ser ella misma la que tome, para empezar, la alternativa de Rubalcaba.

No debería rechazar ni la oportunidad ni la obligación de servir a su partido y a su país donde y cuando toque

Luego ya se verá, aunque desde esa atalaya podría serle difícil, aunque no imposible, renunciar a ser candidata en las primarias abiertas para ser la número uno de las listas socialistas en 2015, año en el que tendrá la misma edad con la que Felipe González ganó sus primeras elecciones generales, en 1982. Ciertamente le acusarán de toda clase de cosas y que, como ella misma ha dicho, tiene un compromiso con Andalucía. En su descargo hay que subrayar que ella no ha buscado esta situación y que se podría argumentar que, llegado el momento, no debería rechazar ni la oportunidad ni la obligación de servir a su partido y a su país donde y cuando toque. Puede, sin embargo, que más de uno le aconseje esperar y no quemarse antes de tiempo. Complicado dilema.

Ahora bien, tanto las candidaturas a la elección a la Secretaria General como la presentación a las primarias abiertas deberán estar establecidas sobre cimientos serios, es decir un programa. El punto de partida no puede ser otro que los documentos elaborados con ocasión de la Conferencia Política celebrada hace unos pocos meses. Constituyen un punto de referencia que aún hay que afinar, condensar y mejorar en algunos puntos, además de personalizarlo según qué candidato. En este sentido, a pesar del éxito de Podemos y del crecimiento de Izquierda Unida en las elecciones europeas, en ambos casos a costa del PSOE,  no debiera ningún candidato caer en giros simplistas que alejen al PSOE del centroizquierda desde donde debe liderar. Una cosa es escuchar y otra acomodarse a las agendas de otros. Por otra parte, Susana Díaz está acumulando una buena experiencia al gestionar Andalucía en coalición con IU, otro plus para ella porque sigue siendo difícil imaginar ahora otro gobierno que uno de coalición tras las próximas elecciones generales.

Sigue siendo difícil imaginar ahora otro gobierno que uno de coalición tras las próximas elecciones generales

Claro que quien encabece la lista del PSOE en 2015 igual consigue generar suficiente entusiasmo como para recuperar toda la fuerza de su partido para lo que será esencial que tras ganar las primarias consiga unir a su partido aglutinando a sus rivales, a sus equipos, así como a los militantes y no militantes dispuestos a ayudar, y se prepare no solo para resolver los problemas españoles sino también para participar activamente en el mundo europeo e internacional porque España es parte de Europa y el mudo ya es global desde hace mucho.

Sin embargo, se ha cruzado antes el imprevisto debate del procedimiento para la elección del nuevo Secretario General. Le conviene al PSOE resolverlo rapidamente y bien para que el resultado de la elección sea procesalmente incuestionable y los candidatos a la Secretaría General y, luego, en las primarias, se puedan centrar en lo esencial del debate: sus programas.

 

Carlos Miranda es embajador de España.

Carlos Miranda

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