Ya tenemos a nuestra Larissa Riquelme particular. Si la chilena enseñaba sus senos y todo lo que hiciera falta por 'La Roja' de su país (ellos también reivindican ese calificativo para su selección), ahora en España ha aparecido Laura Manzanedo, la mujer que llevaba cuatro años en el anonimato de Europa FM, para demostrar que por Del Bosque y sus chicos ella tampoco tiene reparo alguno en enseñar sus domingas (¿les pondrían ese nombre por haberse dado un desnudo de pectorales espectacular en ese día de la semana? Si alguien lo sabe que me lo explique, por favor).
La moza, que va camino de emular en 'Interviú' a Nadal en Roland Garros (le faltan seis portadas para llegar a los nueve triunfos del manacorí), asegura que «vestirte con una camiseta que no solo luce los colores de tu país, sino donde además brilla la estrella dorada de campeones del mundo, debe hacerte sentir muy afortunado; vulgarmente hablando, el puto amo». Si encima te la remangas y sacas pecho, eso no tiene precio. Es como lo de jugar y encima ganar al póker.
Quizás intentando granjearse el favor del pueblo, que la eliminó pronto de la última edición del '¡Mira quién salta!' (fue la sexta, de dieciocho, en irse a la calle), la actriz ha querido hacer suyo el fervor patrio que vive el país en estos días previos al Mundial para asegurar que «a Del Bosque y a los veteranos les daría las gracias por hacernos disfrutar, sentirnos orgullosos y provocarnos emociones, desde risas o lágrimas hasta ganas de echar un polvo para celebrarlo… y si sale niño, llamarle Iniesta, y si vienen mellizos, Iker y Sara».
Lo del polvo no te digo yo que no, porque en un momento de alegría uno puede tener las hormonas más revolucionadas y agarrarse a la primera o primero que tenga cerca, pero lo de llamar al niño Iniesta… ¡Ni aunque ganásemos todos los Mundiales de aquí hasta que me muera! ¿Por qué tienen que pagar los bebés las demencias seniles de sus padres? ¿Realmente alguien, que no sea un ultra culé, podría poner a su hijo Iniesta? Y menos mal que, entre teta y teta al aire, la chica no dijo que en vez de íker y Sara, nombres que tienen un pase, les pondría Casillas y Carbonero, lo cual casi sería más demencial que lo del «Kalise para todos». Al menos éste «regala» helados.
Claro que para helado como quedé cuando pude leer en el texto (sí señores, a las fotografías de los desnudos de esta revista les suelen acompañar unas palabras, más o menos inteligentes, de la despelotada), que «me llevaría a una isla a Sergio Ramos para volverle onanista».
Teniendo en cuenta que el término onanismo hace referencia a la masturbación en sí o a «interrumpir el acto sexual antes de que se produzca la masturbación» (vamos, como el blanco y el negro), todavía me pregunto si lo que pretendía la tal Manzanedo era matar a pajas al defensa internacional del Real Madrid mientras ella se paseaba como Dios la trajo al mundo por esa playa o hacerle la puñeta directamente porque es del Atleti y todavía le odia por ese cabezazo del minuto 93.
Cabezazos es precisamente lo que no podrá dar a partir de ahora Abraham, el rubito ganador de 'Supervivientes', porque se le podría astillar alguno de los cuernos que le podrían haber salido mientras estaba en la isla. Y es que según le espetó en su cara Kiko Hernández, el 'Sherlock Holmes' del periodismo español, «hay gente que me ha dicho que ha estado con tu novia mientras tú estabas en 'Supervivientes'».
Aunque el chico se lo tomó bien, no le dio un guantazo para retarle en duelo como correspondía en ese instante, y le respondió con un lacónico «confío mucho en mi novia y me da igual lo que digan». Vamos, dando pie a la primera entrega del culebrón que nos irá llegando ahora por partes en posteriores entregas de cualquiera de los programas del corazón de Telecinco. Con sinceridad, uno prefiere las tetas de la Manzanedo, por muy «sádica» que quiera ser con Ramos.
(Las tres portadas de Laura en 'Interviú')
La mosca