martes, noviembre 26, 2024
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Rajoy ¿imperturbable?

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No se le altera el pulso nunca, salvo, creo yo, cuando en sus múltiples viajes en avión se produce un cambio brusco de presión. Lo de viajar por los aires nunca ha sido su deporte favorito, pero excepto en esos momentos, a Rajoy nada le altera aunque sí hay algunos que le ponen nervioso, que le irritan, pero nunca dirá sus nombres.

El tsunami que han supuesto las elecciones europeas, ¿le ha dejado indiferente, ha visto su ánimo perturbado? Desde Moncloa y sin puro porque ha dejado de fumar, ve como la izquierda en todas sus versiones anda buscándose a si misma, incluido Podemos que habrá que ver como sobrevive a su propio discurso. En cuestión de semanas se ha ido el Rey Juan Carlos y con él -no descarto que el mismo día- Alfredo Pérez Rubalcaba. Cayo Lara y Llamazares ahí siguen pero vigilados tan de cerca por Alberto Garzón que le han entregado con armas y bagajes nada menos que la política de alianzas de Izquierda Unida, quien a su vez se ha quedado en Europa sin su representante histórico como es Willy Meyer. Se están yendo todos en casi todos los ámbitos. Ahí queda para los expertos en información financiera la marcha de La Caixa de un profesional excepcional como es Juan María Nin. Los compañeros expertos en este área informativa que busquen y no les será difícil concluir que alguien o algunos han sido los inspiradores de la despedida «pactada» con Fainé. Ver para creer.

Rajoy contempla todo este panorama, sin olvidarse, naturalmente, de Artur Mas y de su propio laberinto y cuando se le observa da la sensación -hagan la prueba- de que nada le perturba, que a él, dentro de su partido, nadie le cuestiona y quienes lo han intentado se han quedado hablando solos.

Sus adversarios siempre le han infravalorado y, sin levantar la voz, Rajoy no es un adversario fácil 

Sin que le suba el pulso, Rajoy ha tomado nota de los acontecimientos y se equivocan quienes crean que va de tancredismo por la vida. Sus adversarios siempre le han infravalorado y Rajoy, sin levantar la voz, sin poner adjetivos a las personas, no es un adversario fácil ni carente de audacia.

Es seguro que por bien que al PP le vayan las cosas, en las próximas elecciones generales no va a repetir un resultado que, en sí mismo, es irrepetible, pero bueno sería para la izquierda no darle por derrotado antes de tiempo. Lean con atención las decisiones tomadas en el ultimo Consejo de Ministros y hay que estar atentos a la Conferencia de Verano que va a ser algo así como un remedo de Congreso. Que nadie espere una vuelta al curso parlamentario con una profusión de anteproyectos. La Ley del Aborto en septiembre que, al final, será volver al consenso del 85 y la Ley de Seguridad Ciudadana en la que se van a recoger fielmente todas las sugerencias que se han hecho llegar al Gobierno. Y nada más.

Bueno, nada más, no. Intenso trabajo para recuperar los votos perdidos que, aseguran, se les han ido por la franja del centro y concluir el mes de julio con Luis de Guindos como presidente del Eurogrupo, circunstancia esta que no conllevaría crisis de Gobierno puesto que es compatible seguir en el Ejecutivo y presidir el Eurogrupo por un tiempo que no sería excesivamente largo y, desde luego, lograr para Arias Cañete un puesto de comisario pero no de cualquier cosa. Rajoy, que ha tomado nota de las elecciones, se ha propuesto ambos objetivos y no hay que descartar que consiga ambos. Al tiempo.

Charo Zarzalejos

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