La bolsa española ha logrado mantener el tipo a pesar de la tremenda volatilidad que ha vivido esta semana. Y no ha sido para menos. Las tensiones que se viven tanto en Oriente Próximo como en Ucrania han puesto muy nerviosos a los mercados y aún así el IBEX ha conseguido mantener la cota de los 10.500 puntos. Para los analistas, esta semana lo lógico sería que las cosas se fueran aclarando. Conoceremos más datos de lo ocurrido en el atentado perpetrado contra el avión de Malaysia Airlines y el avance del conflicto entre Israel y los terroristas de Hamás en la zona de Gaza. Pero sobre todo el desarrollo de las dificultades del Banco Espírito Santo, cuyo holding ha pedido en Luxemburgo el concurso de acreedores y la entidad financiera ayuda al gobierno de Portugal.
La bolsa española continúa siendo para los expertos una de las mejores opciones de cara a final de año
Durante las cinco sesiones de esta semana ha habido de todo. Finalmente, el selectivo español se ha dejado un 0,1 por ciento. En estos casos de extrema volatilidad lo analistas piden calma y aprovechar, si el IBEX perdiera otros 500 puntos porque los miedos persisten, para tomar posiciones. La bolsa española continúa siendo para los expertos una de las mejores opciones de cara a final de año. La economía española, aunque puntualmente presenta algún dato mensual decepcionante, muestra una clara recuperación de conjunto muy esperanzadora. Todos los datos en un análisis de tendencias reflejan que la recuperación es un hecho y en los próximos meses se verán mejores datos de empleo y de crecimiento. Hay que tener además en cuenta que algunos asuntos importantes de la reforma fiscal ya han entrado en vigor y dejarán algo más de dinero en el bolsillo, por ejemplo, de los autónomos. También se le ha dado el visto bueno a un ambicioso plan de alquiler y rehabilitación de viviendas que moverá cerca de 3.000 millones de euros y el turismo se prepara para vivir un año histórico que puede llevarnos a niveles anteriores a la crisis si hablamos de turismo nacional. Hay, claro que sí, algunas nubes negras sobre nuestras cabezas, pero todas parece que salvables, por lo que hay que seguir confiando y aprovechar las correcciones para tomar nuevas posiciones. Sin miedo y con cabeza.
Carmen Tomás